El embajador de Manos Unidas ha conocido el trabajo del socio local en Ecuador Mario Alonso Puig, nombrado "Guardián de la Amazonía" en su visita a la Fundación Maquita

Mario Alonso Puig
Mario Alonso Puig Manos Unidas

Mario Alonso Puig, embajador de Manos Unidas, ha visitado la sede central de la Fundación Maquita, socio local de Manos Unidas en Ecuador, que recientemente ha conmemorado sus cuarenta años de trabajo con comunidades campesinas e indígenas en el país andino

(Manos Unidas).- Mario Alonso Puig, embajador de Manos Unidas, ha visitado la sede central de la Fundación Maquita, socio local de Manos Unidas en Ecuador, que recientemente ha conmemorado sus cuarenta años de trabajo con comunidades campesinas e indígenas en el país andino.

Al encuentro, que se celebró en Quito, asistieron familias productoras tanto de la Amazonía y como de la sierra ecuatoriana, donde la fundación lleva a cabo su labor.

Fueron estas familias campesinas las que, como portadoras de tradiciones ancestrales, se encargaron de dar la bienvenida a Mario Alonso Puig con la ceremonia de la Chakana, la cruz andina. Un ritual basado en elementos como el fuego, que simboliza bienvenida y transmisión de fuerza, y las frutas y los pétalos de flor, que adornan la cruz, y que son el símbolo del agradecimiento de una tierra cuidada y protegida.

Mario Alonso Puig, embajador de Manos Unidas, en uno de los actos celebrados durante su viaje a Ecuador. Fotografía: Maquita


Mario Alonso Puig, embajador de Manos Unidas, en la ceremonia de la Chakana. Fotografía: Maquita

Durante la ceremonia el Dr. Alonso Puig fue nombrado "Guardián de la Amazonía" y recibió un collar elaborado con productos naturales de la zona, un símbolo que sella un vínculo especial con la tierra.

En su discurso a los presentes, el embajador de Manos Unidas quiso recordar a las familias campesinas que, a pesar de su inteligencia, los seres humanos muchas veces carecen de la sabiduría necesaria para comprender la grandeza de la naturaleza y del espíritu. Para ello usó el simbolismo de los pájaros y las jaulas con el que explicó que, en lugar de respetar la libertad y la belleza de lo que nos rodea, a menudo tratamos de encerrarlas o controlarlas. Los vacíos del ser solo los puede llenar el espíritu, nunca la materia, explicó.

Y se refirió, también, al proyecto construido por Maquita a lo largo de 40 años. Un proyecto que refleja unidad, bondad, belleza y verdad, Valores que alentó a defender “incluso cuando el mundo va en otra dirección”.

Porque, como señaló Alonso Puig, lo que las familias campesinas han creado es un ejemplo esperanzador de un mundo nuevo lleno de sentido y de respeto profundo por la vida, algo que toca el corazón y que debería llenarles de orgullo. “Cuando hay un propósito profundo que te guía, nunca te equivocas”, recordó con emoción.

Mario Alongo Puig, durante la exhibición de los productos y artesanías de las comunidades locales. Fotografía: Maquita


Mario Alongo Puig, durante la exhibición de los productos y artesanías de las comunidades locales. Fotografía: Maquita

El Dr. Alonso Puig pudo recorrer, también, los diversos puestos que exhibían la esencia del trabajo de las comunidades. Las familias de la Amazonía mostraron sus artesanías, piezas que cuentan historias. Y las personas venidas de la sierra, por su parte, ofrecieron sus productos orgánicos, cultivados con dedicación y libres de pesticidas. En este espacio, el doctor dedicó tiempo a escuchar los testimonios directos de las productoras y pudo conocer las realidades y los desafíos que enfrentan a diario.

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