El misionero salesiano relata qué ha ocurrido durante diez años de Guerra en Siria Pier Jabloyan: "Muchos niños y niñas sirios desconocen qué es vivir en paz"

Pier Jabloyan: "Muchos niños y niñas sirios desconocen qué es vivir en paz"
Pier Jabloyan: "Muchos niños y niñas sirios desconocen qué es vivir en paz"

Las cifras de estos diez años son terribles: más de medio millón de muertos, 200.000 personas desaparecidas, 5,6 millones de personas refugiadas, 6,7 millones de desplazados internos, 13,4 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria para vivir, más de 2,4 millones de niños y niñas sin escuela, un 60% de menores que pasa hambre…

“Todo el mundo en este país tiene a alguien a quien llorar. Hemos perdido a un niño de 8 años, Jack, asesinado por una granada de mortero mientras esperaba el autobús, y también a Anwar y Michel, por una bomba que cayó en su casa”, lamenta el misionero

"La paz se conseguirá cuando los países decidan trabajar por la población, que está sufriendo, y no por sus propios intereses”, explica Pier Jabloyan, misionero salesiano sirio. El próximo lunes, 15 de marzo, se cumplen 10 años del comienzo de la guerra en Siria. “Muchos niños y niñas sirios desconocen qué es vivir en paz y tener las necesidades cubiertas”, explica Eusebio Muñoz, director de MISIONES SALESIANAS.

Las cifras de estos diez años son terribles: más de medio millón de muertos, 200.000 personas desaparecidas, 5,6 millones de personas refugiadas, 6,7 millones de desplazados internos, 13,4 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria para vivir, más de 2,4 millones de niños y niñas sin escuela, un 60% de menores que pasa hambre… “Más del 80% de la población vive en la pobreza. Ahora ya no nos enfrentamos a los bombardeos diarios. Nos enfrentamos a otro tipo de guerra, la económica”, añade Jabloyan.

Un 80% de la población viviendo en la pobreza

Desde el inicio de la guerra, los misioneros salesianos decidieron quedarse para acompañar a la población, sobre todo a los niños, niñas y jóvenes. Más de 2.200 menores y jóvenes acuden a los centros juveniles de Damasco y Alepo, donde encuentran un “oasis de paz”. “Aquí juegan y se relacionan con sus amigos y se olvidan del sufrimiento y de las consecuencias de la guerra”, explican los misioneros salesianos. 

“Todo el mundo en este país tiene a alguien a quien llorar. Hemos perdido a un niño de 8 años, Jack, asesinado por una granada de mortero mientras esperaba el autobús, y también a Anwar y Michel, por una bomba que cayó en su casa”, lamenta el misionero. “El final de 2016 fue terrible cuando no paraban de caer bombas día y noche”, dice Jabloyan.

Siria. Campo de refugiados
Siria. Campo de refugiados



A la guerra y la pobreza hay que sumarle las consecuencias del coronavirus. “En Siria, el número de casos de coronavirus no son como en Europa, pero son demasiados para un país donde la mayoría de los hospitales y centros sanitarios no funcionan, están destruidos... a causa de la guerra”, dice una de las jóvenes que acuden al centro salesiano de Damasco. El 42% de los hospitales del país están destruidos y el 70% del personal sanitario ha huido.

Desde MISIONES SALESIANAS no hemos dejado de apoyar a la población siria y a los que han tenido que huir a países como Turquía o Líbano. Cuando se cumplen los diez años de conflicto, además, queremos hacer un llamamiento a toda la comunidad internacional para conseguir una paz duradera en Siria y apoyar a una población que vive en la pobreza y la escasez.

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