¿Por qué se quiere marginar a la concertada? La libertad de enseñanza, cuestionada

La escuela neutral no existe, es un timo.

La concertada  hacia la libertad
La concertada hacia la libertad Alejandro Fernández Barrajón
Era de esperar y ya está aquí. A los socialistas y comunistas la libertad de enseñanza siempre les ha escocido un poco porque su visión de la vida es, fundamentalmente, totalitaria. A estas alturas ya no engañan a nadie. Es igual que la Constitución contemple la libertad de enseñanza,en su artículo 27,  se lo saltan y listo. Lo que resulta inconcebible es que no conozcan lo que significa la concertada en nuestro país. No saben que en la concertada estudian varios millones de niños y jóvenes, cuyos padres son  “mileuristas” pero desean que sus hijos tengan unos valores humanos y cristianos específicos y escogen un colegio que se adapte a sus ideales incluso con grandes sacrificios. Quien crea que ahora los colegios concertados son elitistas, en general, no sabe lo que se cuece hoy en la enseñanza en España. Esto va a traer conflictos en la educación, que es el ámbito donde menos conflictos debe haber, porque quien sale perdiendo siempre es la calidad de la enseñanza.

Yo, que soy hijo de un humilde pastor, nada de élites, he tenido la posibilidad de estudiar y prepararme para la vida, gracias a la enseñanza concertada. Y, como yo, muchos amigos míos que pasamos por el seminario. Lo mismo que le sucedió a muchos de los políticos actuales que también pasaron por el seminario. (Sería muy interesante hacer una lista de ellos). Pero lo que más llama la atención es la incoherencia  de nuestros políticos que atacan a la enseña concertada pero son los primeros que llevan allí a sus hijos. Comenzando por la ministra Celaá que llevó a sus hijas, Bárbara y Patricia, al colegio concertado, inspirado en los valores evangélicos, de las Irlandesas de Lejona (Vizcaya). Es la ley del embudo que muchos políticos practican con asiduidad.

Pretenden trabajar por imponer una educación neutral, desligada de valores religiosos, ideológicos o humanos y esto es un timo como la copa de un pino. ¿No se le puede exigir a los políticos un poco de coherencia?

     La sociedad no es neutral. Ser humano es adoptar posturas y posiciones ideológicas ante la realidad para poder sobrevivir. Esas posiciones han ido creando la civilización y el progreso. La sociedad se debate entre un amplio abanico ideológico ante el que no podemos permanecer indiferentes. Necesitamos caminar con los demás, con sus opciones y sus decisiones. El que no opta en la vida “o es más que hombre o es menos que hombre”

  Todas las ideologías no son equiparables. No es lo mismo una mujer con los mismos derechos que el hombre en la sociedad, que condenada a muerte por haber sido infiel.

  Si el hombre no es neutral, la escuela no puede serlo tampoco.

  La iglesia quiere ofrecer una educación desde sus valores, que son los del Evangelio. Desde esta perspectiva se llena de sentido la escuela católica. Es una oferta a la sociedad, desde la libertad, para ofrecer un camino de realización personal y colectiva para que podamos situarnos ante la vida con unos valores propios y contrastados a través de la historia. Unos valores que están en los cimientos de toda la civilización occidental y sin los cuales no se entiende la propia historia. 

    La eterna discusión que enfrenta la escuela pública y la privada es una estrategia equivocada.

La escuela tradicional transmitía conocimientos, datos, informaciones. Lo que se le exigía a un pedagogo era que tuviera suficientes conocimientos y supiera transmitirlos a sus alumnos. Todo estaba permitido con tal de que los alumnos asimilaran los contenidos, incluso con la violencia: “La letra con sangre entra”

  La escuela moderna hace tiempo que ha superado esta imagen del educador. Esa misión puede hacerla hoy un ordenador.  Los conocimientos, solamente, no preparan para la vida.

  El auténtico formador o maestro es el que enseña para la vida, el que ofrece una serie de valores para situarse correctamente ante la vida. Los contenidos serán importantes pero sólo en la medida en que ayuden a ser, a construirse en libertad, a buscar el sentido de la vida humana. Por eso la primera condición que hoy se le pide a un formador es la coherencia de su vida, la sintonía entre lo que enseña y lo que vive. Que no comparta solamente sus saberes, sino su experiencia de la vida, su vivencia interior, su testimonio personal de hombre o mujer que vive desde una realidad concreta, por encima de sus conocimientos. Que sepa acompañar el proceso personal de madurez de cada alumno ofreciéndole su propio testimonio, su experiencia y sus saberes.

La escuela católica implica una manera de entender la vida y situarse ante ella.

No es una de tantas. Tiene su propia identidad, ofrece su marco de sentido y quiere dotar a sus alumnos de herramientas consistentes para ser libres y creativos, capaces y maduros para enfrentarse a los retos de la vida.

    El marxismo ofrecerá una clave puramente económica para entender la realidad y la historia que destruye la propia iniciativa personal. El grupo por encima de la persona.

    El capitalismo salvaje ofrecerá una clave de competitividad ilimitada como horizonte para vivir la vida. El individuo por encima del individuo.

    Pero ambos son alienantes para la persona porque sitúan lo material y económico por encima de lo humano.

La escuela católica parte del presupuesto de que la persona es el mayor valor y a su servicio van encaminadas todas las propuestas educativas.

   El Evangelio ofrece un conjunto de valores para enmarcar nuestra vida y llenarla de sentido y de esperanza.

  La Iglesia católica y el colegio católico quieren, pues, ayudar a los hombres a saber escoger. Nunca desea imponer, siempre quiere proponer.

El sindicato FSIE ya dijo, en la constitución del nuevo gobierno de coalición:

"Es necesaria la adopción de medidas que mejoren el sistema educativo de forma estable y duradera. Medidas que, en ningún caso, pueden suponer recortes a las libertades constitucionales ni ataques a un sector tan importante del sistema educativo como es la enseñanza concertada, que utilizará todos los recursos a su alcance contra posibles medidas encaminadas a la progresiva eliminación de la enseñanza concertada como ya piden algunas organizaciones políticas y sociales".

La guerra educativa ya está declarada. Es un buen momento para dejar a un lado las graves responsabilidades que van a ir apareciendo por la gestión de la Pandemia en España. De nuevo, cortinas de humo.

El mismo presidente de la CONCAPA afirmaba, entonces:"No sabemos si se van a vulnerar derechos fundamentales como elegir la educación de nuestros hijos, porque en el acuerdo hablan de blindar la escuela pública como eje vertebrador del sistema educativo". Pues nos tememos que sí. La amenaza contra la enseñanza concertada, que tan buen resultado ha dado hasta ahora en España, y que es un derecho constitucional, está anunciada.

Los políticos no van a salir perdiendo en la batalla, perderán, como  siempre, los más indefensos, los alumnos.

En el fondo, a estos políticos de turno no les interesa para nada la enseñanza y su calidad, lo que quieren es arrebatar a la iglesia la gestión de muchos centros de enseñanza que los padres escogen libremente para sus hijos porque la Constitución les reconoce ese derecho en su artículo 27:

Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.”

Porque, en el fondo, lo que les interesa es el adoctrinamiento ideológico. Y, si no, al tiempo.

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