#sentipensares Las Marías Magdalenas
"En el tránsito del tiempo, me siento herramienta e instrumento a la vez."
| Susi Perez-Bustos Leal

Hoy, ha caído en mis manos un artículo sobre María Magdalena. Ver su nombre, me transporta a vivencias en mi lugar de trabajo como educadora social en un recurso de acogida para mujeres, hijas e hijos víctimas de violencia de género. “Yo también estoy allí” sintiendo y observando desde el corazón. Cada gesto, cada palabra que recibo desde la gratuidad, me dicen que Dios (Padre y Madre) está conmigo día tras día en el sentir con cada una de las mujeres violentadas, de mil formas diferentes: pidiendo un desayuno, escuchandolas, compartiendo su llanto interno tan invisible como ellas mismas. Disfrutando de las sonrisas de sus criaturas, jugando al balón, cuando me regalan dibujos sencillos diciéndome “te quiero en colores”, y otras también cuando en su imaginario desean “ser Superman ó Mujeres Araña.”
En el tránsito del tiempo, me siento herramienta e instrumento a la vez. Te regalo, me nombras y me llamas por mi nombre muchas veces para sentirte, e incluso cuando mi torpeza se inclina a mirarte de forma desagradecida, en el cansancio de la noche. Allí estás presente en medio de la oscuridad, diciéndome que cuando “el alma anda en amor, ni cansa ni se cansa.” En mi puesto de trabajo, habitas en cada una de ellas y de ellos. Son las Marías Magdalenas. Son “tu y mi dolor”, son tu y mi resurrección”, son “tus y mis ojos”. Desde el ser con otras personas y desde la compasión, veo miradas, sintiendo momentos donde acompañó y acompañan. El sentimiento que fluye en el día a día es dignidad de cada una. Agradezco a Luna, Carmen, Lola, María, Erika, Sonia, Josué, David… vuestras presencias… eso significa que “estáis vivas”.