#advientoenclavedemujer Un día que no fue como otros

Un día que no fue como otros
Un día que no fue como otros

Un amanecer, como otros, María se levantó de su descanso. Cómo sería ese día? Rutinarios como tantos? Agradecida por la vida, por el sol que iluminaba su ventanita, una pequeñísima abertura por la cual cada día imaginaba lo que la transmisión oral de fe recibida de su madre y abuelas y que éstas hacían circular entre su prole con dulce y responsable educación, la hacían pensar… “algo tiene que suceder”.

Así, cotidianamente María, dibujaba en su inteligencia y corazón la añorada esperanza de la liberación. Y un día  quedándose a solas, un ángel por voluntad de Dios, la visitó.

¿Un ángel? ¿Qué quiere con esta sencilla, humilde, jovencita campesina de Nazaret de Galilea?

Desde la libertad de María, el ángel le pide algo, para ello necesita dialogar porque no viene con una imposición, menos con un hecho consumado. A María dialogando, se le pide una maternidad desde la fe personal, fortalecida por todas las historias de sus ancestras y desde la esperanza de liberación.

María vivía en medio de mujeres felices y otras, muy negadas, sufridas. Sí, aquellas a quiénes por mera decisión patriarcal quedaban embarazadas sin su libre consentimiento en medio de crianzas de bebés que demandaban todo de ellas. Claro, si el mandato desde hacía siglos era que solo para eso habían nacido las mujeres y parecía que así se salvaban de consecuencias malas.

María, a pesar de su corta edad, estaba muy formada y capacitada para no ceder a ninguna proposición que la humillara y la alojara en un lugar no deseado. Además tenía un compromiso matrimonial y la propuesta era solo para ella. ¿En qué brete la estaban metiendo?

A pesar de la juventud y de su madurez le responde al ángel desde el centro más profundo de su espíritu entregándose a pura conciencia sabiendo que la solicitud del ángel en representación de Dios iría de la mano “para EL nada es imposible”.

María inicia una historia “la historia” de un amanecer nuevo. Está en medio del abismo porque es una propuesta desconocida, no tiene antecedentes, sólo las promesas mesiánicas de siglos aprendida desde la fe familiar y decidida en forma personal. 

Así, palabra va, palabra viene,  su boca desemboca en un HÁGASE.  Un hágase que de ninguna manera es un hecho pasivo, no, se da totalmente, “pone el cuerpo” y en su sí, dentro de ella,  se inicia el proceso de la humanización. Esta mujer pobre fue una herramienta de dimensión histórica porque recibió, admitió y colaboró a partir de la fe, de su espíritu y de su propia humanización un camino de salvación, de la buena nueva que sería encarnada en su hijo Jesús para toda la humanidad y que él la cumpliría no desde lo majestuoso, sino de un siervo entregado al amor del pueblo oprimido y siempre esperanzado.

Bendecimos a María por haber traído al mundo a Jesús de Nazareth y bendecimos a todas las mujeres por construir resistencia y justicia, sabiendo dialogar desde una conciencia libre y en tiempos difíciles, emprendiendo las luchas como la de los derechos humanos (endeudamiento de los Estados; justicia; familiares desaparecidos; hijos e hijas apropiados; pluralidad de pensamiento; diversidad sexual; educación; salud; vivienda; ambiente; seguridad; abusos, violencias; jubilados/as; etc.) ofreciendo junto a otros/as sus sabidurías, sus roles activos, con el fin de concretar liberaciones para las personas y los pueblos oprimidos, en todo el mundo, especialmente en nuestra amada Latinoamérica. ¡Las mujeres, en las luchas, no nos deshidratamos en la resignación!

Amemos a Dios, pero no olvidemos de amar a nuestro prójimo/a como a nosotras mismas.

Por eso es que ayer, hoy y mañana, celebramos y cantamos:

Porque él entró en el mundo y en la historia,

Porque él quebró el silencio y la agonía,

Porque llenó la tierra de su gloria,

Porque fue luz en nuestra noche fría…

Por eso es que hoy tenemos esperanza… (*)

Así, vivamos este tiempo de Adviento

Susana Vaccaro (Pastora emérita Jubilada)

Desde Argentina (Paraná E.R.) Tema Adviento).

(*) Cancionero Canto y Fe de América Latina N° 223).

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