La Merced

A mis hermanos, aquellos que por circunstancias de la vida, se encuentran donde nunca hubiesen querido o imaginado.

24 de Septiembre, fiesta de Ntra. Sra. De la Merced, patrona del cuerpo de prisiones y religios@s de la Merced a los que me une un cariño especial. Trabajando por la redención y liberación de las personas, rompiendo cadenas a quienes esta sociedad se las ha impuesto.

Hoy quiero dirigirme a estos hermanos los cuales solemos condenar o juzgar de ante mano creyéndonos nosotros superiores a ellos, maravillosos y casi sin pecado original…

Quiero deciros que cuando las cosas van mal, cuando el camino se nos hace demasiado pesado o, cuesta arriba, hay que seguir luchando, apostando por la vida, aprendiendo a sonreír a la vez que a suspirar sabiendo que SIEMPRE hay un hombro en quien descansar, Alguien que acoge nuestro dolor, tendiéndonos su mano sin preguntar. Ese es Dios. Quizá tú le pongas otro nombre, eso es lo de menos, pero con la certeza de que siempre está ahí apoyándote en la lucha cotidiana, acogiendo el día a día con sus vueltas y recovecos, sabiendo hay que vencer perseverando en medio de la angustia, porque Él también lo hizo.

Recuerda que solo se hace camino al andar, nos decía Machado. Aunque el paso sea lento, no importa, no dejes de caminar, porque el triunfo (opuesto al fracaso) puede estar próximo, pero el que es valiente, no se rinde nunca. Por eso, hermano, no te rindas, lucha por romper esas cadenas que son del cuerpo, y no del alma.
Volver arriba