Ramon Tallaj, presidente de SOMOS Community Care e impulsor de 'Thank you, doctor!' Ramón Tallaj: "El médico de familia es una figura imprescindible en las sociedades y está en riesgo de desaparecer"

Ramón tallaj, en el Vaticano
Ramón tallaj, en el Vaticano Agencia Flama

El presidente de Somos Community Care reconoce que "un mundo sin médicos sería un mundo deshumanizado" y que, ante los avances tecnológicos actuales, "se corre el riesgo de marginar esta figura imprescindible de la sociedad"

"Hemos tenido la suerte de que el Papa ha estado de buen ánimo y se ha sentido bien a pesar de sus problemas de rodilla. Durante el encuentro ha bromeado, ha rogado por nosotros y lo más importante de todo, ha bendecido y aprobado esta campaña"

(Agencia Flama).- Más de doscientos médicos de familia de distintos países se reunieron el pasado sábado 25 de mayo en Roma para presentar al papa Francisco, en una audiencia celebrada en la sala Clementina, la iniciativa global ' Thank you, doctor! '. Impulsada el pasado noviembre por SOMOS Community Care (una asociación de médicos sin ánimo de lucro con sede en Nueva York) y la Pontificia Academia para la Vida, la iniciativa pretende potenciar el papel humanizador de los médicos de atención primaria en el sistema sanitario y la sociedad, y cuenta además con un más de un millón de colaboradores en todo el mundo.

El presidente de esta entidad es el doctor Ramon Tallaj  (Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 1956), quien en esta entrevista con Flama reconoce que "un mundo sin médicos sería un mundo deshumanizado" y que, ante los avances tecnológicos actuales, "se corre el riesgo de marginar esta figura imprescindible de la sociedad".

El viaje de tus sueños, con RD

¿Cómo ha vivido este encuentro con el papa Francisco?

Fue un momento grandioso. Hemos tenido la suerte de que el Papa ha estado de buen ánimo y se ha sentido bien a pesar de sus problemas de rodilla. Durante el encuentro ha bromeado, ha rogado por nosotros y lo más importante de todo, ha bendecido y aprobado esta campaña. Al igual que nosotros, Francisco está convencido de que el médico de cabecera es una figura muy importante en el mundo y, desgraciadamente, está en riesgo de desaparecer. Esto sería una tragedia porque en realidad los médicos de familia son quienes sostienen o deberían sostener sobre sus hombros la salud de la comunidad, no la enfermedad, sino la salud.

¿Qué marca la diferencia entre la salud y la enfermedad?

Siempre digo que en Estados Unidos, por ejemplo, tenemos los mejores centros de enfermedades del mundo, que son los hospitales; pero la salud se hace en los centros de atención primaria, evitando en lo posible que los pacientes tenga que acabar yendo a los hospitales enfermos. Pero esto es necesario dotar de todos los recursos necesarios para que la gente vea un trabajo que nosotros llamamos value care, que entre otras cosas trabaja para mejorar la satisfacción de los equipos asistenciales multidisciplinares y utilizar los recursos de forma más eficiente gracias a una mejor coordinación. Debemos ir hacia un sistema no basado en la enfermedad sino en la salud. Una familia, una comunidad y un país sano es mucho mejor para todos.

¿Qué destacaría de los valores que ha expresado el Papa por medio del parlamento dirigido a los impulsores de la campaña 'Thank you, doctor'?

Nos ha contado unos recuerdos entrañables de su infancia relacionados con ciertas visitas que hizo a su casa el médico de la familia. Francisco nos ha hablado de la figura del médico con un par de anécdotas que describen perfectamente la esencia de esta figura, que él recuerda como la de un ser humano que iba a la casa de los pacientes, atendía a toda la familia, desde de los más pequeños a los mayores.

Los promotores de 'Thank you, doctor!', durante un encuentro en el Instituto Agustiniano de Roma.

Para una persona de la edad del papa, ¿cuán importante es la figura de un médico en el mundo de hoy?

Teniendo en cuenta que es un anciano de 87 años, él sabe muy bien las limitaciones y necesidades que se tienen en ese momento de la vida, incluso él, que es el Papa. Por eso ha accedido con agrado a trabajar con nosotros en varios proyectos, porque además de Thank you, doctor hemos impulsado otras iniciativas que tienen que ver con la ancianidad y con las que está implicado el arzobispo Vincenzo Paglia. Este trabajo conjunto demuestra que el Papa y sus colaboradores quieren ayudar a concienciar cómo atender a las personas mayores ya los niños.

Tallaj y Paredes, con el Papa

Ha mencionado el arzobispo Paglia, que es miembro de San Egidio, una comunidad fuertemente implicada con la ancianidad. ¿Cómo valora el trabajo que realizan en este ámbito y la oportunidad que les dan de vivir acompañados y en casa en los últimos años de la vida?

Precisamente, lo que estamos intentando hacer nosotros en Estados Unidos también va en esta línea de intentar que los médicos y enfermeros o enfermeras visiten a los pacientes ancianos a domicilio. En nuestra comunidad hispana no tenemos la costumbre de enviar a nuestros padres a las residencias para personas mayores, sino que hacemos que vivan con nosotros hasta el último momento de sus vidas, son parte de nosotros.

¿Hay alternativas a meter a los ancianos en residencias?

Por supuesto, estamos intentando que haya recursos para favorecer que la gente mayor pueda quedarse a vivir en casa. En este sentido, estamos trabajando en un modelo que implica la formación de familiares que puedan atenderles y que, además, puedan cobrar mientras lo hacen.

El Papa, con Ramón Tallaj

El Papa tiende a mirar a los sectores más vulnerables de la sociedad, los pobres, los enfermos, los niños que más sufren y los ancianos. Todos ellos son víctimas de lo que él llama la 'cultura del descarte'.

En efecto, son los grandes descartados de la sociedad. De hecho, este grupo de médicos que ha venido hoy a participar en este encuentro en Roma, atiende a gente pobre y sin recursos para que puedan recibir una atención sanitaria de calidad. Sólo en Nueva York, tenemos más de un millón de pacientes de barrios pobres, no tenemos ningún paciente rico. En 2019, cuando vinimos, el Papa nos dijo que teníamos un gran reto en Nueva York, y entonces no sabíamos que llegaría una pandemia global. Creo que de alguna manera lo anticipó, y no fallamos, ya que en ese período tan difícil atendimos a millones de pacientes con las máximas garantías.

¿Cómo cree que una persona de la edad del Papa puede mantener una agenda de trabajo como la suya?

Es una buena pregunta. Yo sólo tengo 68 y estoy que no puedo moverme de andar dos kilómetros, imagínese con veinte años más. El único problema del Papa son las rodillas.

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