Mindszenty, un héroe húngaro contra el Comunismo (II) El hoy Primado, el cardenal Péter Erdö, recuerda a su antecesor

Cardenal Péter Erdö
Cardenal Péter Erdö

“Se ha de tener en cuenta que cuando nací, mi obispo era el cardenal Mindszenty, que estaba en prisión acusado de traición y de conspiración, y que, cuando más tarde entré en el seminario, estaba refugiado en la Embajada de los Estados Unidos”

"Esa pretensión, de un sucesor de Francisco “de derechas”, parece por ahora estar descartada, pues el Papa Francisco, en cada Consistorio último, fue nombrando a jesuitas"

"El mismo Papa, que ante los cardenales recuerda tanto a Casaroli, va a hacer santo a Windszenty"

V.- Historias del presente. El hoy Primado, el cardenal Péter Erdö, recuerda a su antecesor. 

Los que quieran hurgar en la vida del cardenal Erdö, Primado de Hungría y Arzobispo de de Eszterfgom y de Budapest (Hungría), lo tienen fácil, pues es suficiente acceder a Internet (Youtube), ver y oír sus conferencias y entrevistas. Y lo que se puede ver y leer allí, no me parece decente copiarlo aquí, pues siempre fui del gusto exquisito del “más difícil aún”: escribir sobre lo ya escrito en Internet me pareció siempre vulgar como copiar. 

    En el ya lejano 2009, en una Librería romana, encontré el libro de Caroline Pigozzi, titulado Les robes rouges, escrito en la lengua diplomática de la Santa Sede. El libro, acerca de la singular galaxia de los cardenales/príncipes, tiene una introducción (“Eminencias, permítanme ustedes…”, donde la escritora dice haber tratado de conocer la lengua, ritos y ritmo de vida de los protagonistas, “embajadores de la fe” de la Iglesia romana. En aquel tiempo, aún se creía que, cuando los importantes hacían el mal, siempre la responsabilidad era de Satanás (Diabolus fecit hoc). En 2012, Pigozzi publicaría el libro El Vaticano indiscreto. 

Libro de Pigozzi

Caroline Pigozzi, en el capítulo II de su libro, dedicado al “Nuevo estilo de los Príncipes de la Iglesia”, incluye la entrevista al joven cardenal Erdö (57 años entonces), al que calificó como “el alma cristiana de Europa”, siendo en aquel tiempo (2009) el Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, cargo que hoy ocupa, sin haber causado ninguna sorpresa ya que es jesuita, el arzobispo de Luxemburgo y cardenal, Jean Claude Hollerich.

Desde Budapest, la emblemática capital de la Mitteleuropa, el cardenal Erdö se explicó acerca de cómo los húngaros derrotaron al comunismo y lo sobrevivieron; acerca del carácter jerárquico y no democrático de la Iglesia; sobre el descenso de vocaciones religiosas (“De 10.000 religiosos y religiosas en 1950, tenemos hoy 1.900”); acerca de la bajada drástica de la natalidad por las leyes comunistas del aborto en 1956. Y antes de citar a su antecesor Mindszenty, tuvo ocasión Péter Erdö de recordar al jesuita húngaro, Marko Ivan Rupnik, autor de obras de arte excepcionales; de mosaicos contemporáneos, entre ellos los de la sede de la Conferencia episcopal española y los de la Iglesia parroquial de San Pedro, en Gijón.

Y recordó luego: “Se ha de tener en cuenta que cuando nací, mi obispo era el cardenal Mindszenty, que estaba en prisión acusado de traición y de conspiración, y que, cuando más tarde entré en el seminario, estaba refugiado en la Embajada de los Estados Unidos”.

Rupnik

El carácter rabiosamente anticomunista de los altos clérigos de la que se llamó “Europa del Este (también de la llamada Iglesia del silencio), hace que a esos mismos clérigos (Woytila), también al cardenal Erdö, se les califique, acaso indebidamente, de “extremistas de derechas”, siendo cortejados de cara a futuros cónclaves por los cardenales más derechistas y reaccionarios de Europa (un español incluido).

Mas esa pretensión, de un sucesor de Francisco “de derechas”, parece por ahora estar descartada, pues el Papa Francisco, en cada Consistorio último, fue nombrando a jesuitas, a Czerny, Hollerich, Ghirlanda, que junto al “externo” General, han de velar por la sucesión adecuada. Es como si dijeran los jesuitas: “¡Nunca hubo jesuitas papas, y ahora os vais a enterar!”. Cuenta Erdö que, como buen eslavo, sabe muchos idiomas: húngaro, alemán, italiano, un poco de ruso, español e inglés, que comenzó a estudiarlo tarde, a los cuarenta y siete años. Eso es interesante para ser “papable”, pero no para ser Papa –añado yo-, pues al Papa le basta con saber uno solo, aunque sea el castellano y sin gregoriano cantable. 

VI.- El Papa Francisco entre Casaroli y Mindszenty. 

El Papa Francisco recuerda con frecuencia a Casaroli, el de la Ostpolitik tan discutible y discutida de los Papas ya santos Juan XXIII y Pablo VI, y ello porque mientras Casaroli y los suyos se paseaban por los palacios del Poder Comunista en Rusia y en sus satélites, oliendo rosas, clérigos y laicos católicos morían por la dura represión comunista. Y a un Casaroli, al que muchos miran y remiran en los luctuosos sucesos de mayo de 1981 en Roma.

Juan Pablo II y Midzsenty

La última vez que Francisco recordó a Casaroli fue, por dos veces, en el Consistorio de 27 de agosto de 2022, y el recuerdo vino porque aquel Cardenal y Secretario de Estado, jamás olvidó, según Francisco, entre las negociaciones de alto nivel, la atención pastoral a los jóvenes delincuentes de una prisión romana. En las memorias póstumas de Casaroli, publicadas en el año 2000 bajo el título Il Martirio della pazienza. La Santa Sede e i paesi communiste (1963-1989), en edición de Einaudi,  no se aclararon los puntos obscuros y misterios.

Y a esas Memorias se remite Andrea Riccardi en su libro La Iglesia arde, en el capítulo 10, titulado ¿Hay futuro? Antes de las Memorias de Casaroli, se publicaron las Memorias de Minsdszenty  en 1974, que en verdead, fue quien tuvo más paciencia, siendo por eso el verdadero mártir. 

Fue en el año 2019, el 18 de febrero, cuando el Papa Francisco, el mismo que el de lo de Casaroli, firmó el Decreto “sobre el ejercicio heroico de las virtudes cristianas por parte del Siervo de Dios, Emmo, Cardenal Jósef Mindzsenty, gloria del episcopado húngaro y del colegio cardenalicio”. 

El mismo Papa, que ante los cardenales recuerda tanto a Casaroli, va a hacer santo a Windszenty, no siendo ya Jefe del Dicasterio “de las Causas de los Santos” un tal Becciu, el de lo de Londres, sino otro.  

Sinagoga de Budapest
Sinagoga de Budapest

VII.- Budapest, ciudad basilical y de sinagogas. 

No es por accidente que Budapest tenga la Sinagoga más grande del mundo, después de la Sinagoga primera de Nueva York, habiendo 22 sinagogas y una universidad judías en la ciudad del Danubio, entre Buda y Pest. Y una Gran Sinagoga, que está en la calle Dohány, en el barrio judío, donde están los antiguos restos –restos de la muralla- del antiguo gueto judío, el Cementerio adyacente y el Árbol de la Vida; y una sinagoga cabeza de otras incluidas en el barrio y rodeadas todas las sinagogas de patios pequeños y callejones intercomunicados entre varios edificios. El gueto judío lo formaron setenta mil judíos y judías, asesinados y abandonados por los nazis.  

Si hay tantas sinagogas, unas abiertas y otras abandonadas, es porque en el pasado hubo muchos judíos en la capital de Hungría, que padecieron las desdichas del nazismo que tanto, como el comunismo, están presentes en Hungría. Los judíos encerrados en un claustrofóbico e infernal gueto tuvieron la ayuda del cardenal católico Mindszenty, el cual, en 1944 protestó, junto a otros obispos, contra la persecución de los judíos, no permitiendo la presencia en los Te Deum celebrados en las iglesias de las autoridades alemanas después de las deportaciones. Eso está escrito en la página 200  del libro Heroes amon us, impreso en Hungria en 2021. 

Y en Budapest, también barbarie del Holocausto, está también la Basílica de San Esteban, nombre del rey fundador del Estado Húngaro, a través del cual Hungría se convirtió al Cristianismo. La Basílica se construyó a mediados del siglo XIX, siendo consagrada en 1905, y en cuya fachada principal puede leerse: EGO SUM VIA VERITAS ET VITA. Esa basílica inmensa, de altura parecida a la del Parlamento húngaro, es hoy la Con/catedral de la sede arzobispal de Eszterfgom-Budapest.  

Basílica de San Esteban de Budapest

En Hungría, el título canónico y de honor de Primado es aún importante; aquí en España es muy poco, como bien saben los toledanos.

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