Bach, concierto para dos claves BWV 1060

¡Feliz domingo! Hoy nos encontramos con un concierto que se ha hecho famoso y se interpreta de forma regular en los conciertos. La distribución de los solistas está puramente escrita para que puedan lucirse sin demasiada dificultad... aunque requieren de una técnica depuradísima.

Demos otro pasito por la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Ya hemos visto cómo el conocimiento musical del maestro está invariablemente unido a su experiencia con la música, cualquiera que sea la forma que utilice. Como dejó escrito su hijo Carl Philipp Emanuel, la música de su padre invita a descubrir «la polifonía en su más alta potencia» y «los secretos más ocultos de la armonía». Pretendía que su música condujese a un descubrimiento del mundo frente a ser algo meramente abstracto. Teniendo en cuenta el ambiente en el que el maestro se movía, la metafísica no era algo ni remoto ni oscuro para él, sobre todo si tenía relación con sus creencias en la fe luterana.
Escuchemos su Concierto para dos claves en do menor, BWV 1060. Es la primera obra compuesta para estos dos instrumentos. Parece ser que es una transcripción de 1730 de un concierto para dos instrumentos y orquesta de cuerdas, hoy día perdido. Algunos estudiosos afirman que ese concierto desaparecido estaba compuesto para oboe y violín, y que hoy día se interpreta con el número BWV 1060R en su forma reconstruida. Como es habitual, está dividido en tres movimientos con dos rápidos (Allegro) rodeando uno lento (Adagio). Bach hace uso de efectos en eco entre los solistas, algo que le produce un encanto especial y lleno de belleza.
La partitura de la obra puede descargarse aquí.
La versión es de Pierre Hantaï y Aapo Häkkinen (claves) y la Orquesta Barroca de Helsinki.