¡Feliz domingo! De nuevo vamos a encontrarnos con la música de Bach para pasar un buen rato en este domingo. Aunque todavía nos quedan bastantes obras que escuchar para órgano de él, ya van quedando menos. Luego seguiremos con las de teclado pero bueno, eso llegará. Ahora vamos a disfrutar de dos joyitas que son muy poco conocidas pero que merecen mucho la pena. Si te apetece, no te vas a arrepentir.

Un domingo más vamos a conocer algo de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. De nuevo, vamos a recorrer en un momento las ciudades en las que vivió el maestro porque son los hitos de su carrera y el hilo conductor de la misma. Desde su Eisenach natal pasó a Ohrdruf. De ahí pasó a Lüneburg y luego fue nombrado músico de la corte en Weimar. Ahí volvería pero antes pasó por Mühlhausen y, como he comentado, volvió otra vez a Weimar, esta vez con una estancia más larga. Tras componer allí mucha música instrumental profana pasó a Köthen y, en 1723, hasta el día de su muerte, terminó trabajando en Leipzig. Su vida fue un peregrinar a través de diversos puestos de trabajo y lugares en los que pudiese desarrollar con más tranquilidad su arte, en los que poner en funcionamiento su creatividad y que le realizaran como persona. A pesar de ello, Bach no siempre fue del gusto de todos e incluso llegó a estar en la cárcel.

Hoy vamos a escuchar dos corales que, como he hecho otras veces, te presento de forma independiente.

Coral «Ach Herr, mich armen Sünder», BWV 742. Es una obra de concepción temprana y en ella sigue el modelo de algunas obras de Pachelbel. Está compuesta a tres voces con el cantus firmus del coral apareciendo en la voz aguda de la obra y muy ornamentada. Aquí la voz está acompañada de forma directa por las dos voces graves y contrastan en homogeneidad.

Coral «Ach, was ist doch unser Leben», BWV 743. Tiene un carácter incompleto que incluso da pie a pensar que no fue compuesta por Bach, aunque tampoco se tiene claro de quién podría ser. El tema es contemplativo y estático y poco a poco se va ornamentando. La melodía se rodea luego de acordes más simples y el contrapunto se va haciendo cada vez más imitativo y termina de una forma muy especial, llena de florituras y belleza.

Las partituras de las obras puedes descargarlas aquí: BWV 742 - BWV 743.

Las interpretaciones son las siguientes:

Para el coral BWV 742, Gerben Budding al órgano de la iglesia de san Bavón de Kampen, Países Bajos.

Para el coral BWV 743, Jacques Amade al órgano.