¡Feliz martes! Nuestros compositores se han animado desde siempre a componer piezas inspiradas en el folklore popular o incluso en el flamenco. Los resultados casi siempre son impresionantes, y una prueba de ello es la composición de hoy.

Estaremos hoy en compañía de la música de Joaquín Turina (1882-1949), compositor español nacido en Sevilla. Parece ser que de niño le gustaba jugar con un acordeón de juguete, con lo que pronto mostró su querencia por la música. Debutó como pianista con catorce años y su triunfo le llevó a Madrid donde estrenó diversas composiciones, sin demasiado éxito al principio pero sí mostrando una gran maestría; fraguó una gran amistad con Manuel de Falla. Luego estudió en París con d'Indy y perfeccionó su técnica del piano con Moszkowski. Su maestro así como Debussy, Ravel y Dukas animaron muchísimo a Turina para que siguiese componiendo, cosa que hizo. Sin embargo, Albéniz y Falle lo convencieron de que lo hiciese en estilo español, camino que tomó con gran recorrido y buenísima acogida.

Escuchemos su Fandanguillo, op. 38. Se trata de una obra para guitarra compuesta en 1925; está dedicada a Andrés Segovia («A Andrés Segovia el maravilloso artista con un apretado abrazo»), quien también la estrenó. Esta obra cautivó a Manuel de Falla, quien comentó una vez que era una obra perfecta. Es una obra que requiere de un especial virtuosismo nunca antes visto en el caso de la guitarra. La inspiración popular es clara en este estilizado fandango, lleno de ese aire andaluz que tan bien sabía exprimir Turina.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Siddhi Sundt a la guitarra.