Simpatía

¡Feliz jueves! La simpatía es un motor fundamental de la vida, ya que con el buen rollo, bien entendido, llegamos a casi cualquier parte. A veces la música nos resulta verdaderamente simpática, como la de hoy, cuya letra versa sobre esto.

Quien está hoy con nosotros no es otra que Florence Price (1887-1953), compositora estadounidense nacida en Little Rock; su nombre de nacimiento era Florence Beatrice Smith. Su padre era dentista y su madre profesora de música, por lo que fue ella quien le inculcó a la niña el gusto por lo musical y pronto se dio cuenta del talento de su hija. Desde joven comenzó a publicar sus composiciones y fue al conservatorio de Boston para estudiar piano y órgano, con la idea de ser profesora de música. Fue animada por George Whitefield Chadwick, quien también le dio clases. Ya graduada, se casó con Thomas Price, pero eso no le impidió seguir recibiendo lecciones de música. Se divorciaron y tuvo que ganarse la vida, estando la música siempre presente en ese proceso, llegando a ser la primera mujer afroamericana cuya música fuese interpretada por una gran orquesta.
Disfrutemos de su canción Sympathy. Es una obra que no tiene fecha y en la que se utiliza un poema de Paul Lauremce Dunbar. En ella nos muestra sus habilidades técnicas y su voz especial mientras expresa su personal voz. Está dividida en tres secciones y empieza con líneas líricas que reflejan el sol, su brillo y el viento que sopla sobre la hierba, antes de descender mediante cromatismos para subrayar momentos más amargos. Luego afloran los ritmos y las dinámicas y al final alcanza su clímax de una forma muy bella y sencilla.
La interpretación es Corinne Rydman (soprano) y Steven Bailey (piano).