Allí donde están presentes estos sabemos que allí está Dios. Esto nos lo va a recordar hoy, desde el punto de vista de la música, un maestro del pasado siglo que quizá destaca más por ser un extraordinario organista pero cuya música coral también es una fuente de bellezas desde él. Esto vamos a comprobarlo ahora mismo, para ir terminando bien esta semana.

Hoy nos acompaña Maurice Duruflé (1902-1986), maestro francés nacido en Louvier. Se formó en Ruan y la tradición francesa basada en el canto llano influyó poderosamente en él. En París, Tournemire lo preparó para entrar en el Conservatorio. En 1920 estudió con Louis Vierne el cual ejerció también una gran influencia en Duruflé, sobre todo en su obra organística. En ese año entró en el Conservatorio y allí estudió órgano con Jean Gigout y composición con Paul Dukas, ganando en ambas el primer premio. No fue un compositor muy prolífico pero representa una voz de calidad y representativa en la música del siglo XX. El canto llano, tan presente en su obra, es más un elemento liberalizador que restrictivo. Su obra, desgraciadamente, no es muy conocida pero merece mucho la pena. La de hoy estoy convencido de que te v a encantar.

De Duruflé te propongo escuchar hoy Ubi caritas et amor. Como es habitual en él, hace uso del canto llano tradicional latino pero solo en el estribillo y la primera estrofa. Fue compuesto en 1960. Aunque el canto llano en el que se basa es sencillo, la obra no deja de tener sus complejidades armónicas y tiende a remarcar de una forma especial la expresividad de la letra, que se refleja de forma intensa en la música. Ese canto llano es entonado por las contraltos y sustentado por las otras voces, con unas audacias armónicas sorprendentes. Una obra luminosa y de una suavidad intensa.

La interpretación que te traigo es de The Cambridge Singers.