Tres coros religiosos



¡Feliz lunes! Empezamos otra semana, que poco a poco nos va acercando a la Semana Santa. Voy a hacerlo con una música que no asociarás el maestro que la compuso. Este es famoso por otro tipo de composiciones muy alejadas que esta de hoy. Hay veces que a los compositores se les encuadra en un aspecto e incluso es difícil escuchar algo fuera de ese encasillamiento. En este caso, nuestro maestro compuso grandes óperas así que es claro qué tipo de obras esperamos de él.

Él es Gioachino Rossini (1792-1868), compositor italiano nacido en Pésaro. No podemos hablar en este caso de encasillamiento ya que prácticamente toda su producción se centra en las óperas y son de las mejores en su género. Por tanto, no es fácil que te venga a la mente el nombre de Rossini cuando nos refiramos a música religiosa. Sus óperas se han interpretado y se interpretan muchísimo en los teatros. Escribió unas cuarenta y lo hacía a una velocidad de vértigo. Además requieren una gran habilidad por parte de los intérpretes. Decir Rossini es sinónimo de ópera y además las compuso de una forma innovadora, creando escuela. Algunas frases suyas están llenas de todo el humor del que estaba imbuido: «Dadme una lista de la lavandería y la convertiré en música». «Comer, amar, cantar y hacer la digestión son, en verdad, los cuatro actos de esa ópera cómica llamada vida, y pasan como las burbujas de una botella de champán. Quien deje que se exploten sin haber disfrutado de ellas es un completo idiota». Sun duda, podemos calificar a Rossini de un «bon vivant».

Te ofrezco hoy sus Tres coros religiosos. Las tres partes en que se divide la obra son «La fe, la esperanza y la caridad». La obra fue compuesta en 1844 para soprano solista, coro femenino y piano por lo que no podemos pensar en ella como una obra de juventud. La primera parte está introducida brevemente por el piano y luego el coro ejecuta un bello pasaje y con momentos típicamente operísticos. En «La esperanza» vemos una rápida ornamentación y unas inflexiones que podríamos calificar de dramáticas. «La caridad» requiere una soprano solista que ejecuta pasajes de gran virtuosismo.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Yolande Aubert (piano) y La Maîtrise de Rambouillet dirigido por Stéphane Ung.

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