Miroslaw Adamczyk presidió su misa 'virtual' de bienvenida El nuevo nuncio en Argentina: “El Papa ama la Argentina y reza por ella continuamente"

“Hay un proverbio común a muchos idiomas: ‘el hábito no hace al monje’. La salvación es gratuita, pero es también necesario recordar las exigencias del bautismo, a las que llamamos ‘promesas’"

El nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, presidió la misa en la catedral metropolitana de Buenos Aires, en la que la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) le dio la bienvenida al país e inició formalmente su misión diplomática.

La Eucaristía fue concelebrada por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli; el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, monseñor Carlos Humberto Malfa; y los obispos Eduardo García (San Justo), Carlos Tissera (Quilmes), Jorge Vázquez (Morón), Jorge Lugones SJ (Lomas de Zamora), Jorge Torres Carbonell (Gregorio de Laferrere), Joaquín Sucunza (auxiliar de Buenos Aires), Enrique Eguía Seguí (auxiliar de Buenos Aires) y Daniel Kozelinski (eparquía ucrania). También el secretario de la Nunciatura Apostólica, monseñor Aliaksandr Rahinia.

La misa de bienvenida del representante del papa Francisco puede verse por Canal Orbe 21 y por el canal de Youtube Homilías Catedral.

En su homilía, el diplomático vaticano comenzó refiriéndose a la encíclica Fratelli tutti, en la que el papa Francisco, destacó, hace “una sabia mirada sobre nuestra sociedad que atraviesa un difícil momento de la pandemia”.

Mon.r Miroslaw Adamczyk desembarca en Argentina
Mon.r Miroslaw Adamczyk desembarca en Argentina


“El Santo Padre ofrece también pistas para encontrar soluciones a los problemas de nuestra época, por lo tanto, algunos consideran justamente esta encíclica un modo para sanar el mundo; una brújula en tiempos de crisis”, agregó, y puntualizó: “El Papa nota en su documento que la religión ofrece ‘un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para defensa de la justicia en la sociedad’”.

Monseñor Adamczyk manifestó el “privilegio” que significa para él ser nuncio apostólico en el país natal del Papa y transmitió “los más calurosos saludos que el Santo Padre envía, a través de mí, a sus compatriotas, a ustedes”.

“Él ama la Argentina y reza por ella continuamente; con sus pensamientos y oraciones, está cerca a la vida de todos los argentinos”, aseguró.

“Como he dicho hace poco tiempo, estoy honorado de ser nuncio en el país del Papa, y ustedes, los argentinos están seguramente orgullosos de tener un argentino a la cabeza de nuestra Iglesia”, sostuvo, y completó: “Es un honor, pero, al mismo tiempo, es un deber; un deber de rezar por el Santo Padre. Celebro esta Eucaristía por la persona del Sumo Pontífice, nuestro amado Santo Padre y por sus intenciones; e invito a todos ustedes a rezar todos juntos conmigo”.

El representante diplomático agradeció al cardenal Poli la invitación a celebrar esta misa al comenzar su misión y aprovechó la oportunidad para “saludar muy cordialmente a todos los habitantes de la Capital y del país entero, deseando a todos ustedes mucha salud, paz, felicidad y prosperidad. Que Dios les bendiga y otorgue todas las gracias terrestres y celestiales”.

Tras reflexionar sobre la parábola del banquete nupcial, hizo hincapié en la importancia del Bautismo, al lamentar que hoy sean numerosos los niños que crecen sin ese sacramento y también que haya padres bautizados que “no se preocupan del bautismo de sus hijos”.

“Hay un proverbio común a muchos idiomas: ‘el hábito no hace al monje’. La salvación es gratuita, pero es también necesario recordar las exigencias del bautismo, a las que llamamos ‘promesas’. Como el mismo Jesús ha dicho: muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor’, pero solamente entrarán en el Reino de los cielos aquellos que hacen la voluntad de mi Padre”, concluyó.

Volver arriba