“Como si presente me hallase..., veo a nuestra Señora y a José y a ti, niño nacido” “Pon los ojos sólo en él, porque en él te lo tengo dicho todo” (Natividad 25.12.2022)

La navidad inicia la mejor “manifestación” de Dios

Comentario: Se ha manifestado la gracia de Dios(Tit 2,11-14; 3,4-7)

Las dos primeras misas de Navidad (`medianoche´ y `aurora´) se iluminan con textos de la carta a Tito (Tit 2,11-14; 3,4-7). La misa `del día” acoge el texto de Hebreos, que tanto le gustaba a San Juan de la Cruz: “ahora nos ha hablado por el Hijo” (Hebr 1,1-6). 

El primero (Tit 2,11-14)resalta el proyecto de vida humana manifestado en la vida de Jesús. La navidad inicia la mejor “manifestación” de Dios. Entre tantos dones (naturaleza, vida...) sobresale “la Palabra de Dios hecha carne y viviendo entre nosotros” (Jn 1,14). Esta “graciatrae la salvación para todos los seres humanos”. Nos muestra la realización humana que el Creador quiere: vivir en fraternidad, renunciar al egoísmo que acumula para sí, a la tiranía, a la soberbia, al descontrol personal, a la violencia... Para vivir este proyecto, Jesús nos da su Espíritu, “gracia en que nos encontramos y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Rm 5,2). El Espíritu de Jesús nos hace conscientes de la filiación divina, y capacita para vivir como él: “en amor, alegría, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí” (Gál 5,22s).

El segundo texto narra la llegada de la gracia a cada persona: “no por las obras de justicia que hubiéramos hecho nosotros, sino, según su propia misericordia, nos salvó por el baño del nuevo nacimiento y de la renovación del Espíritu Santo, que derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, seamos, en esperanza, herederos de la vida eterna” (Tit 3,4-7). Es la base de la Iglesia: comunidad que acepta al Dios que ama incondicionalmente. Jesús suscita personas nuevas, que “reciben gracia por gracia” (jarin anti járitos) (Jn 1, 16), “reciben un amor que responde a su amor”. El signo eficaz de este amor lo vivimos en el bautismo, que celebra la experiencia de sentirnos amados y perdonados por Dios, de sentir su Espíritu, de sentirnos sus hijos, hermanos de Jesús, capacitados para sus obras.

El texto de Hebreos (1,1-6) tiene un comentarista excelente en san Juan de la Cruz:

- “Lo que antiguamente habló Dios en los Profetas a nuestro Padres de muchos modos y maneras, ahora a la postre, en estos días nos lo ha hablado en el Hijo todo de una vez. En lo cual da a entender el Apóstol, que Dios ha quedado como mudo, y no tiene más que hablar, porque lo que hablaba antes en partes a los Profetas, ya lo ha hablado en él todo, dándonos al Todo, que es su Hijo”. 

- “El que ahora quisiese preguntar a Dios, querer alguna visión o revelación.., le podría responder Dios de esta manera: si te tengo ya habladas todas las cosas en mi palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿qué te puedo yo ahora responder o revelar que sea más que eso? Pon los ojos sólo en él, porque en él te lo tengo dicho todo y revelado, y hallarás en él aún más de lo que pides y deseas... Él es toda mi locución y respuesta, toda mi visión y toda mi revelación...; dándoosle por hermano, compañero y maestro, precio y premio...

- “Si quisieres que te responda yo alguna palabra de consuelo, mira a mi Hijo, sujeto a mí y sujetado por mi amor, y afligido y verás cuántas te responde... Por eso se gloriaba el mismo Apóstol, diciendo: Que no había él dado a entender que sabía otra cosa, sino a Jesucristo y a éste crucificado. Y si quisieses otras visiones y revelaciones divinas, o corporales, mírale a Él humanado, y hallarás en eso más que piensas, porque también dice el Apóstol: “En Cristo mora corporalmente toda plenitud de divinidad” (Col 2,9)” (Juan de la Cruz: Subida del monte Carmelo, libro 2º, cap. 22,4-6).

Oración ante el portal: “Se ha manifestado la gracia de Dios

Hoy, Jesús de Nazaret, celebramos tu nacimiento:

“como si presente me hallase”;

“veo a nuestra Señora y a José y a ti, niño después de ser nacido”;

sois una familia humilde;

naces en una aldea insignificante;

Natanael, cuando le hablaron de ti, dijo:

- “¿de Nazaret puede salir algo bueno?

- Felipe le contestó: `ven y lo verás´” (Jn 1,46).

María y José están profundamente alegres:

su amor ha sido fecundo;

el misterio de la vida ha brotado entre sus manos;

Dios les ha concedido un hijo;

Tú lloriqueas, quieres mamar, buscas calor...

¿De qué hablarían José y María?:

su fe en el amor de Dios les llevó a dar gracias:

Proclama nuestra alma tu grandeza, Señor,

se alegra nuestro espíritu en ti, Dios, salvador;

porque has mirado nuestra humildad...;

tu nombre es santo, y tu misericordia llega a tus fieles...

Auxilias a Israel, tu siervo, acordándote de la misericordia,

como lo habías prometido a nuestros padres,

en favor de Abrahán y su descendencia por siempre” (Lc 1,46ss).

¿Qué hacen ante tu realidad desvalida?:

cuando le llegó el tiempo del parto,

te dio a luz como hijo primogénito” (Lc 2,6s),

con los esfuerzos y dolor de cualquier madre;

te cortarían el cordón umbilical,

te lavaron con agua y te friccionaron con sal” (Ez 16,4):

te envolvió en pañales y te recostó en un pesebre” (Lc 2,7);

avisaron a tu padre, a José, para contemplar a su hijo,

abrazar a tu madre, cogerte en sus brazos,

recibir la felicitación de las mujeres que habían ayudado;

y de los vecinos, pastores y labriegos.

Tu vida posterior iluminó:

El pueblo que caminaba en tinieblasvio una gran luz...;

acreciste la alegría, aumentaste el gozo...

Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado...”. (Is 9,1ss)

Tu historia ha sido fruto de una determinación divina:

“las tres personas divinas miraban toda la planicie o redondez

de todo el mundo llena de personas,

y cómo viendo que todos descendían al infierno,

se determina en su eternidad que la segunda persona

se haga hombre, para salvar al género humano,

y así venida la plenitud de los tiempos,

envían al ángel san Gabriel a nuestra Señora” (EE 102).

La Santísima Trinidad se determinó a salvarnos:

de nuestros infiernos: enfrentamientos y odios, egoísmo acaparador,

hambre, enfermedad, sinsentido, soledad y depresiones...

inicias la etapa definitiva de la historia de salvación:

contigo ti viene el Amor sin límites del Padre;

en tu corazón humano habita el Espíritu creador,

lleno de amor vives, tocas, compartes, nuestras llagas;

naciendo pobre, viviendo pobre, nos abrazas a todos;

curas y alivias dolores;

compartes la mesa e invitas a la fraternidad;

perdonas siempre, confías en la bondad...;

invitas a todos a seguir tus huellas.

Jesús recién nacido:

concédenos “la gracia de más seguir e imitarte,

así nuevamente encarnado” (EE 109) en nuestras vidas;

tu Espíritu nos habita y podemos “hacer obras como las tuyas,

y aun mayores” (Jn 14,12);

tú quieres siempre que las personas vivan, se realicen;

es la tarea que encomiendas a los creen en ti:

ser luz que ilumine la vida,

ser sal que conserve el bien,

ser amor que cure y comparta,

ser esperanza que alegre la vida y la muerte...

En ti, Jesús, se desposa Dios con nuestra naturaleza:

“Ya que era llegado el tiempo en que de nacer había,

así como desposado de su tálamo salía

abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía;

al cual la graciosa Madre en un pesebre ponía

entre unos animales que a la sazón allí había.

Los hombres decían cantares, los ángeles melodía,

festejando el desposorio que entre tales dos había;

pero Dios en el pesebre allí lloraba y gemía,

que eran joyas que la esposa al desposorio traía;

y la Madre estaba en pasmo de que tal trueque veía:

el llanto de el hombre en Dios y en el hombre la alegría,

lo cual de el uno y de el otro tan ajeno ser solía.

(Romance de Nacimiento, de san Juan de la Cruz). 

Preces de los Fieles (Navidad 25.12.2022)

Jesús quiere que todo ser humano se realice plenamente. Su presencia histórica fue un abrazo a toda persona, de cualquier condición social o religiosa. Abrazo que transmitía su Espíritu de Amor sin límites. Pidamos incorporarnos a su misión salvadora diciendo: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras” (Tit 2, 14).

Por todos los cristianos:

- que sigamos a Jesús, “haciendo el bien y curando a todos” (He 10, 38);

- que respetemos y fomentemos los derechos y deberes humanos.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por las intenciones del Papa (diciembre 2022):

- que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana

encuentren personas deseosas de comprometerse con el bien común

y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional”.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por la reforma de nuestra Iglesia:

- que se renueve en espíritu evangélico de pobreza y amor incondicional;

- que podamos reunirnos, hablar, orar, decidir... en el Espíritu de Jesús.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por la unión de todas las iglesias cristianas:

- que se sientan hermanadas por el bautismo del Espíritu de Jesús;

- que respeten y acojan sus liturgias y credos en el Evangelio común.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por los voluntarios sociales:

- que tengan conciencia de que Jesús anima su trabajo solidario;

- que sean ejemplares por su generosidad y labor humanitaria.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por la paz de nuestro mundo:

- que los países en guerra comprendan su inhumanidad;

- que el espíritu navideño les convenza de sinsentido de las armas.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por las personas más débiles:

- que se animen y trabajen por superar sus problemas;

- que nos permitan acercarnos y compartir sus necesidades;

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Por esta celebración:

- que sintamos la cercanía del Amor en el nacimiento de Jesús;

- que nos transmita la alegría y la paz que trae Jesús.

Roguemos al Señor: queremos ser un pueblo dedicado a las buenas obras”.

Queremos, Jesús de Nazaret, besar tu vida y aspirar tu espíritu. Queremos seguir e imitar tu conducta, suprimir todo dolor y enfermedad, reconfortar a los más necesitados, trabajar por una vida digna. Como Tú, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

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