"No podemos dejar que el virus del individualismo radical nos haga indiferentes al sufrimiento" "Vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables", clamor de Francisco en la bendición Urbi et Orbi

Bendición Urbi et Orbi del Papa
Bendición Urbi et Orbi del Papa

Chile, Venezuela, Siria, Irak, Yemen, Israel, Palestina, Líbano, Libia, Karabaj, Armenia, Azerbaiyán, Ucrania, Burkina Faso, Malí, Níger, Mozambique, Sudán del Sur, Nigeria y Camerún, protagonistas del 'mapa mundial' de la Navidad papal

El Papa convocó a salir al encuentro del "otro", pidió que esté "garantizado" el acceso universal a la vacuna contra el coronavirus y se refirió a la corrupción latinoamericana y a los conflictos en África y Medio Oriente

"En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad"

"No podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos, ni dejar que el virus del individualismo radical venza y nos haga indiferentes al sufrimiento de hermanos y hermanos"

"Ante un desafío que no conoce fronteras, no se pueden erigir barreras. Estamos todos en la misma barca"

"Que ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile y a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano"

"Que los israelíes y los palestinos puedan recuperar la confianza mutua para buscar una paz justa y duradera a través del diálogo directo, capaz de acabar con la violencia y superar los resentimientos endémicos, para dar testimonio al mundo de la belleza de la fraternidad"

En un mensaje que, como su última encícilica Fratelli tutti tuvo eje en la "fraternidad"; el papa Francisco pidió hoy "que todos tengan garantizado el acceso a las vacunas" contra el coronavirus, al dar su mensaje navideño en el que mostró su preocupación por varios conflictos mundiales y convocó a naciones y pueblos a "encontrar al otro" para superar conflictos.

"En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad", planteó el pontífice en el mensaje que dirigió desde el Aula de las Bendiciones del Vaticano. 

"Y Dios nos la ofrece dándonos a su Hijo Jesús: no una fraternidad hecha de bellas palabras, de ideales abstractos, de sentimientos vagos... No. Una fraternidad basada en el amor real, capaz de encontrar al otro que es diferente a mí, de compadecerse de su sufrimiento, de acercarse y de cuidarlo, aunque no sea de mi familia, de mi etnia, de mi religión; es diferente a mí pero es mi hermano, es mi hermana. Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones",  agregó el Papa, que para evitar aglomeraciones de fieles en la Plaza San Pedro cambió el tradicional saludo desde el balcón central de la Basílica vaticana por el aula ubicada en el interior del Palacio Apostólico y construida en 1612.  

Traducción Urbi et Orbi en lenguaje de signos
Traducción Urbi et Orbi en lenguaje de signos

"Hoy, en este tiempo de oscuridad e incertezas por la pandemia, aparecen diversas luces de esperanza, como el descubrimiento de las vacunas, pero para que puedan iluminar al mundo entero deben estar a disposición de todos, no podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos, ni dejar que el virus del individualismo radical venza y nos haga indiferentes al sufrimiento de hermanos y hermanos", improvisó el Papa.

"No puedo meterme a mi mismo antes que los otros, metiendo a las leyes del mercado y de la invención sobre las leyes del salud y el amor de la humanidad", añadió. "Pido a todos, responsables del Estado, empresas, organismos internacionales, promover la colaboración y no la competencia, y buscar una solución para todos, vacunas para todos, especialmente para los mas vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta". 

Que el Hijo de Dios inspire a quienes tienen responsabilidades políticas y de gobierno a renovar la cooperación internacional, empezando por el sector sanitario, para que todos tengan garantizado el acceso a las vacunas y a los tratamientos



"Ante un desafío que no conoce fronteras, no se pueden erigir barreras. Estamos todos en la misma barca", ahondó, recordando su histórico discurso del 27 de marzo en la Plaza San Pedro.

El Papa, en la bendición Urbi et Orbi
El Papa, en la bendición Urbi et Orbi

El alto precio de la guerra

A la hora de recorrer sus preocupaciones mundiales, el Papa no evitó referirse a su Latinoamérica natal, y rezó para "que la Palabra eterna del Padre sea fuente de esperanza para el continente americano, particularmente afectado por el coronavirus, que ha exacerbado los numerosos sufrimientos que lo oprimen, a menudo agravados por las consecuencias de la corrupción y el narcotráfico".

"Que ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile y a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano", agregó el primer Papa latinoamericano de la historia en esa dirección.

Como de costumbre, el Papa aprovechó el mensaje para mostrar su preocupación por varios conflictos a nivel mundial, entre los que destacó que en "Siria, Irak y Yemen, están pagando todavía el alto precio de la guerra".

Mensaje de Navidad de Francisco
Mensaje de Navidad de Francisco

"Que este sea el momento propicio para disolver las tensiones en todo Oriente Medio y en el Mediterráneo oriental", agregó en esa dirección, antes de referirse al "amado pueblo de Siria",  que "desde hace ya un decenio está exhausto por la guerra y sus consecuencias, agravadas aún más por la pandemia".

"Que los israelíes y los palestinos puedan recuperar la confianza mutua para buscar una paz justa y duradera a través del diálogo directo, capaz de acabar con la violencia y superar los resentimientos endémicos, para dar testimonio al mundo de la belleza de la fraternidad", pidió luego Jorge Bergoglio, en su octavo mensaje navideño como Papa.

Geografía de un mundo que sufre

En ese marco, tras referirse a las situaciones de Libia y Líbano, convocó a las partes a "mantener el cese del fuego en el Alto Karabaj", tras los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán, "como también en las regiones orientales de Ucrania, y a favorecer el diálogo como única vía que conduce a la paz y a la reconciliación".

Mensaje del Papa
Mensaje del Papa

El Papa se refirió también a la situación de varios países africanos y lamentó los "extremismos y conflictos armados"; que golpean a  Burkina Faso, Malí y Níger, reclamó el fin de la violencia en Etiopía, y rezó por "los habitantes de la región de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, víctimas de la violencia del terrorismo internacional". También pidió por el "camino de diálogo" para Sudán del Sur, Nigeria y Camerún.

Durante el mensaje, televisado por los canales de streaming de la Santa Sede, el Papa pidió también soluciones para los pueblos golpeados por desastres naturales en el sudeste asiático y deseó "esperanza", para el pueblo rohingya, la etnia musulmana que debió escapar desde Myanmar a Bangladesh. 

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