A veces, el humor del pueblo gallego expresa su ser, su drama existencial, con palabras mostrencas. Por el contrario, a veces, los medios audiovisuales, aun utilizando materia prima y un lenguaje académico hacen un humor mostrenco que convierte el enxebrismo en una trangallada simplista que lo sitúa en un lugar de nadie sin ámbito vital que nada tiene que ver con la finura y la ternura del espíritu gallego, El enxebrismo es el latido de la tierra, una atmosfera honda y secreta que conjuga lo espiritual con lo telúrico, el alma y la mente. Tal vez no haya una estética en el sentido en que la entienden los medios audiovisuales pero hay autenticidad y trascendencia que revelan el ser de la tierra y el amor y el compromiso con ella que incitan el despertar de la conciencia colectiva. El humor gallego desciende hasta el infierno y asciende hasta el cielo porque es fruto de la tragicomedia de la vida, es llanto y sonrisa: en los velorios se llora y se ríe, y es universal porque el ensimismamiento del alma con la tierra es un lenguaje universal.