Los "Caifás" que hoy seguirían matando a Jesús

En mi reciente novela, "Y resucité de entre los muertos" (Ediciones B), se da un capítulo en el que Jesús visita al sumo sacerdote Caifás. Éste, que duerme con un sable tras escuchar las noticias de la Resurrección, es el único personaje de la novela que se encuentra a Cristo y que, pese a reconocerle, no siente miedo. Simplemente la necesidad de volver a acabar con él. Lamentablemente, hoy, sigue habiendo muchos "Caifás" entre nosotros.

Piensan que hacen daño con sus infamias, sus insultos, su dejar a las personas como el betún. Y, en el fondo, estoy convencido de que lo hacen porque creen que así "salvan" la verdad -"su Verdad"- de la Iglesia, la ortodoxia y la pureza. Cuando lo que realmente llevan a cabo es una perversión del lenguaje, el mensaje y el esíritu del Evangelio del Dios vivo.

Son una especie a extinguir. Afortunadamente. Pero da repelús pensar que, incluso ahora, muchos volverían a matar a Jesús. Lo hacen con aquellos que se atreven a disentir, y ni siquiera, con los que simplemente dan su opinión, y proponen otos modelos, discutibles todos, pero desde el respeto y la dignidad que debería darnos considerarnos seguidores de Jesús.

Ante esto, sólo cabe el más absoluto de los desprecios.

baronrampante@hotmail.es
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