Comienzan los cambios

Tras las llegadas de Carlos Osoro al arzobispado de Madrid y de Antonio Cañizares al de Valencia, comienzan los cambios en otras diócesis. Así, Vicente Jiménez Zamora ha sido nombrado por el Papa, el pasado viernes, nuevo arzobispo de Zaragoza en sustitución de Manuel Ureña, que dimitió en noviembre oficialmente “por motivos de salud”, aunque después se supo que había otros asuntos que hicieron que Don Manuel abandonara el cargo.

Este nombramiento de Zaragoza ha sido inmediato y ha sorprendido a más de uno, incluso a los que pensaban que ese puesto era para unos de los auxiliares de Madrid. El Papa ha actuado con mucha celeridad y seguro que ha oído a Carlos Osoro, que por otra parte desea, creemos, tener su propia curia en el arzobispado de Madrid, como es natural.

Está pendiente el tema de Granada, donde su arzobispo Javier Martínez parece que tiene los días contados en el cargo. Una sede a la que podrían ir el actual arzobispo castrense, Juan del Río, una de las personas con más peso dentro del episcopado español y muy bien considerado en Roma, o un obispo de la talla de Adolfo González Montes, titular de Almería y gran teólogo. También está en el aire la aceptación de la renuncia de Martínez Sistach en Barcelona. Para la ciudad condal, diócesis complicada, se baraja el nombre del Monseñor Omella, actual obispo de Calahorra-Logroño, aunque los mentideros también le sitúan en Roma al frente de un Dicasterio, ya que no hay representación actual española en un puesto importante en la Santa Sede, tras la salida de Cañizares de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. Omella es íntimo amigo del cardenal Santos Abril uno de los hombres de mayor confianza del Papa.

También próximamente la Santa Sede tendrá que buscar sustitutos a Burgos y Jaén, entre otras diócesis, pues sus titulares alcanzarán en el 2015 la edad de jubilación.

Especulaciones aparte, una cosa es segura: FRANCISCO ha convocado Consistorio para la creación de cardenales para el próximo 14 de febrero, San Valentín. Un Consistorio en el que se podría anunciar el capelo para algún español, como Carlos Osoro, que como arzobispo de Madrid tiene todas las papeletas. También el 14 de febrero y días posteriores el Papa quiere reunir a su G-9, los nueve cardenales que le ayudan en el gobierno de la Iglesia con sus consejos y propuestas.

Los aires van cambiando, como anunciamos en su día. Los tiempos de la Iglesia son diferentes. Mucho más lentos y pausados, pero muy pensados. Ahí está, por ejemplo, el cambio del lugar de la celebración del encuentro con las familias el próximo día 28. Antes la Plaza de Colón de Madrid. Ahora su Catedral. Un cambio que ha asustado a algunos, pero que ha alegrado a muchos.

Rafael Ortega (El Imparcial)
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