2015: un año que viviremos peligrosa (y esperanzadamente)

Arranca un nuevo año, 2015, que se presenta crucial para la Iglesia en el mundo. También en España. El curso ha comenzado muy pronto, con el anuncio de nuevos cardenales, entre ellos dos españoles: monseñor Lacunza y Ricardo Blázquez. Una gran elección, que demuestra cómo este Papa ve más los méritos de las personas, su capacidad de servicio y la Iglesia a la que sirven, que supuestos privilegios históricos. El Colegio cardenalicio se está universalizando, a imagen de lo que debería ser la Iglesia. Buena noticia.

Los primeros meses de 2015 nos traerán una visita a Sri Lanka y Filipinas (las periferias de las periferias, todavía con el recuerdo de los sucesivos tifones y terremotos que asolaron esta zona del mundo), la esperada encíclica sobre Ecología (custodia de la Creación), el Consistorio de cardenales y el empujón definitivo al proyecto de reforma de la Curia que ya anunciamos en RD. Por primera vez, veremos a mujeres, laicos y matrimonios dirigiendo puestos clave en la Santa Sede. La revolución está en marcha. La segunda parte del Sínodo de la Familia, a final de año, se presenta como sustancial para el futuro de la Iglesia del tercer milenio.

La lucha contra la corrupción, el deseo de una Iglesia más preocupada por servir que por ser servida y la denuncia de los excesos, internos y externos, seguirán siendo las claves de las palabras, los gestos y las actuaciones de Francisco. También en nuestro país, que probablemente visitará el Papa el 28 de marzo. Ávila y Alba de Tormes se presentan en el horizonte de un fugaz viaje, que no quiere interferir en los procesos electorales que a buen seguro cambiarán el panorama parlamentario local, autonómico y nacional en España.

Un Papa que tiene en nuestro país un buen ejemplo del modelo de Iglesia que quiere exportar a la "vieja y cansada" Europa. Apostando por pastores en lugar de príncipes, atajando con mano firme los excesos, las corrupciones y la mala gestión, los escándalos y las camarillas. Ya lo hemos visto en algunos nombramientos, y seguiremos viéndolo en los próximos meses. Porque éste también será un curso definitivo para "acabar" (entiéndaseme bien el término) con la era Rouco y comenzar con otra etapa, en la que Blázquez, Osoro, Omella, Del Río y Cañizares tendrán mucho que decir. Y en la que los exponentes de la ortodoxia más radical también tienen nombres y apellidos. Y son conocidos por Bergoglio. Que maneja una completa rosa de puestos a ocupar, y de candidatos "con olor a oveja".

La oposición al Papa es muy dura. En el Vaticano, y también en España. No son pocos los lobbies que ya se están creando para tratar de desacreditar a los "hombres del Papa" e indirectamente al propio pontífice. Y no tan indirectamente, pues los "talibanes" ya están apuntando directamente a la cabeza de Francisco. 2015 también será un año interesante para delimitar dónde se encuentra cada uno, y qué está dispuesto a hacer para mantener abierto "su" chiringuito. Escándalo de capillistas sectarios. Orgullo de Iglesia Pueblo de Dios.

En definitiva, que se nos presenta un año pleno de interrogantes, esperanzas, riesgos y preocupaciones. Y con mucho que sembrar. No vamos a tener tiempo para aburrirnos, créanme.
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