Al acecho del Reino
Pedro Casaldáliga
Con los pobres de la tierra
y los pueblos oprimidos
1. La lucha de la tierra
Tierra Nuestra Libertad
Esta es la tierra nuestra
¡la libertad,
humanos!
La Tierra de los Hombres
que caminan por ella
a pie desnudo y pobre.
Que en ella nacen,
como troncos de Espíritu y de Carne.
Que se entierran en ella
como siembra
de Ceniza y de Espíritu,
para hacerla fecunda como a una esposa madre.
Que se entregan a ella,
cada día,
y la entregan a Dios y al Universo,
en pensamiento y en sudor,
en su alegría y en su dolor,
con la mirada
y con la azada
y con el verso...
¡Prostitutos creídos
de la Madre común
sus malnacidos!
!Malditas sean
las cercas vuestras,
las que os cercan
por dentro,
gordos, solos,
como cerdos cebados,
cerrando, con sus títulos y alambres,
fuera de vuestro amor
a los hermanos.
(¡Fuera de sus derechos
sus hijos y llantos y muertos!
¡Cerrándoos
fuera de los hermanos
y de Dios!
¡Malditas sean
todas las cercas!
¡Malditas todas las
propiedades privadas
que nos privan
de vivir y de amar!
¡Malditas sean todas las leyes,
amañadas por unas pocas manos
para amparar cercas y bueyes
y hacer la Tierra esclava
y esclavos los humanos!
¡Otra es la tierra nuestra, hombres, todos!
¡La humana tierra libre, hermanos!
(Cel, 15).
Brasil es un país con casi cinco siglos de latifundio. Esa sería la mayor explicación de la problemática tierra que padecemos. La ley brasileña reconoce los derechos de "dominio fundiario": la "posse" u ocupación de buena fe de una tierra reconocida como de nadie y el "título". En la práctica, el derecho que prevalece es el título, que sólo los fuertes consiguen.
La lucha de los "posseiros" contra los terratenientes ya se ha vuelto proverbial. Además, estos últimos años el Gobierno ha fovorecido singularmente el Latifundio nacional y multinacional (cada vez más multinacional o transnacional) con los llamados "incentivos fiscales" que dispensan impuestos y otorgan otras facilidades a las empresas que invierten en el campo y en el área amazónica principalmente.
Dentro de la actuación irregular, injusta, del mismo latifundio, otro grave problema social lo constituyen los "peoes" o asalariados del campo: hombres, familias, reclutados en las regiones más pobres del país(Nordeste, Norte, Centro)sin ninguna garantía laboral, normalmente sin "carteira" de trabajo y a merced de los intermediarios
(gerentes, administradores, contratistas o "emprenteiros" fiscales, capataces "gatos").
En esta Amazonia legal la inspección oficial del cumplimiento de las leyes laborales ha sido casi nula. El peón es marginado en el campo; millares han muerto a tiros, a cuchilladas, por la malaria. Muchos salieron de la hacienda debiendo...La policía habitualmente ha estado y está a servicio de los explotadores. Vale mucho más aquí la vida de una vaca que la vida de un peón.
En las regiones agrícolas del Centro y Sur del país, ha surgido estos últimos años,(hacia 1980) otro fenómeno de marginación rural: el "boiafría" (hombre, mujer, niño)contratados para el día en plena plaza pública _como en la parábola del Evangelio_. "Boia" significa rancho, vianda.
Según estadísticas oficiales, hay en Brasil más de diez millones de familias sin tierra o sin tierra suficiente. Yo he defendido muchas veces que Brasil es un pueblo de vocación agrícola frustada. Las grandes masas de obreros, de subempleados y hasta de marginales de las metrápolis del país con campesinos prohibidos. Algunos, a pesar de todo, llegan al heroísmo de la militancia y de la fe: Santo Dias, el metalúrgico asesinado por la policía en una huelga de Sao Paulo, había sido labrador y "boia-fria".
Revista "Shupihui", Iquitos, 1981.
Ver. Pedro Casaldáliga, Al acecho del Reino
Ed Nueva Utopia, 1989
Ver también mi libro:
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