Los vestidos en la Biblia. Juan Bautista y Jesús

He presentado hace unos días (el 24 de agosto) el tema de los vestidos en el Antiguo Testamento (el Israel).

Completando lo allí dicho, quiero tratar ahora de los vestidos en el Nuevo Testamento, desde Juan Bautista y Jesús (retomando motivos de mi Diccionario de la Biblia, para preparar así mejor el tema del la cola de los cardenales ). Se trata de un tema riquísimo, que nos sitúa en el centro del mensaje de Jesús y de la vida de las primeras comunidades. El vestido del hombre es un elemento de su identidad. Lógicamente, la vida de los amigos y seguidores de Jesús viene a expresarse en sus vestidos. Por eso es conveniente ver cómo vestían sus "amigos" y cómo vestía Jesús y lo que hicieron con sus vestiduras, en vida y en muerte... dejando el tema abierto para la reflexión de los que quieren enttrar en esta página, que quiere ser de todos

Juan Bautista. El vestido como protesta.

En principio, el Nuevo Testamento ofrece menos material sobre vestiduras que el Antiguo Testamento. Pero incluye algunos textos básicos muy significativos, y el primero se refiere a Juan Bautista, que «llevaba un vestido de pelo de camello y un cinturón de cuero» (Mc 1, 6).

(a) Ésta es una vestimenta profética, pues aludía ciertamente a Elías, a quien se le distingue porque va “ceñido con un cinto de cuero a la cintura “(2 Rey 1, 8), oponiéndose así a los sacerdotes, que llevan cinturones de lino bordado (cf. Ex 39, 29).

(b) Era una vestidura contra-cultural, como la de Bano, otro profeta apocalíptico, un poco posterior, quien, según Flavio Josefo, que fue su discípulos, «vivía en el desierto y llevaba un vestido hecho de hojas» (Aut II, 11); ese signo, unido a su comida (saltamontes y miel silvestre, son una señal de su protesta en contra de una cultura de vestidos y comidas elaboradas, propensa a la injusticia.

(c) Era una vestidura contraria a los rituales de pureza de los sacerdotes y de otros judíos observantes, que rechazaban el roce con vestidos y utensilios de camello, que, según la Ley, eran impuros (cf. Lev 11, 4; Dt 14, 7). También la miel silvestre se solía tomar como impura (por las larvas y/o restos animales que contenía).

(d) Era una vestidura de peregrino o caminante que viene de la zona del desierto y no ha entrado todavía en la tierra prometida, como los primeros hebreos que vagaron cuarenta años por la estepa, antes de entrar en la tierra prometida. Así se viste Juan, como hombre de camino, que espera a la vera del Jordán, vestido de desierto, antes de entrar en la tierra.

Jesús. El vestido como humanidad.

No tenía vestidos especiales. El evangelio no recuerda ningún rasgo característico de la vestidura de Jesús, lo que significa que no tenía vestiduras especiales, distinguiéndose así de Juan Bautista, lo mismo que de los sacerdotes (vestiduras sacrales) y de los nuevos fariseos (que harán ostentación de vestidos piadosos).

1. Jesús y su gente se vistieron, sin duda, como los hombres y mujeres de su tiempo, los más pobres, sin distinguirse de ellos por la ropa. Nada indica que se pusiera atuendos especiales para la multiplicación de los panes, ni para la Última Cena. En los relatos de la crucifixión se alude a sus vestidos, repartidos entre los verdugos, sin indicación especial sobre su forma y riqueza (cf. Mt 27, 35 par).

2. El signo de Jesús en Jerusalén (¡purificación del templo) incluye, sin dudas, muchos elementos... Pero entre ellos hay una protesta contra el sistema de vestiduras de los sacerdotes que les separan del pueblo. Jesús entra en el ciudad y en templo sin vestiduras especiales, sin traje de rey, sin túnica de sacerdote, simplemene como un hombre al que aclaman otros hombres.

3.A Jesús le quitaron los vestidos y murió desnudo, probablemente sin nada de nada (cf. Mc 15, 24). No tiene más vestidura que la del "ser humano"... Desnudo salí del vientre de mi madre, desnudo me hacen volver (cf. Job 1, 21). La piedad suele poner un paño encima de sus "partes". Posiblemente ni eso le dejaron... Quedó así, desnudo, en pura humanidad, ante los que necesitan vestidos de diverso tipo para aparentar.

4. Se repartieron sus vestidos.... Está en el fondo el signo de la dura justicia romana, la pobreza de los verdugos que pueden matar duramente a un hombre (porque se lo mandan), pero que reparten sus vetidos, como aves carroñeras...¡Ellos también son pobres! Está en el fondo el tema de vestirse con las prendas de otros, de vivir a costa de la muerte. Ésta es la ironía cruel de la historia: Gobernadores y sumos sacerdotes mandan matar y quedan limpios..., no tienen que andar "robando los vestidos de Jesús", roban otras cosas. Pero los "pobres diablos" de los soldados (que viven al borde de un inmenso basurero de muerte) tienen que robar incluso al muerto que ellos mismos han matado, jugándose a dados sus vestidos.

5. Una túnica especial, dejó una túnica... En este contexto, Jn 19, 23-24 añade que “no partieron su túnica” porque era de una sola pieza, sino que la echaron a suertes (evocando así probablemente la unidad de su auténtico vestido, que es la Iglesia, que no puede dividirse). No se dice a quien le tocó la túnica, pero en el fondo de Juan (aquí como en el relato de la sábana y sudarios del sepulcro) hay un fuerte simbolismo para la Iglesia, que tiene que llevar la "túnica de Cristo", vestirse como él se vistió. ¡la túnica inconsútil, la túnica de Cristo! ¿Lleva nuestra iglesia la túnica de Cristo?

6. Historia y símbolo de los vestidos de un muerto. Esa escena del reparto y sorteo de las vestiduras de Jesús se ha descrito y fijado a partir del mismo salmo de lamento del que se han tomado las palabras finales de la Cruz (¡Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?, cf. Sal 22, 1.18). Pero es muy posible que en el fondo haya un recuerdo histórico, el recuerdo de un Jesús pobre que sólo dejó unos vestidos usados. El recuerdo de unos verdugos pobres, capaces de enfadarse por lo poco que les dejaba este muerto... En el fondo de ese gesto puede verse un símbolo de gran parte de la historia humana, que mata y vive de los muertos.

7. La sábana del sepulcro.. La historia de las tradiciones de la sábana con la que envuelven y entierran a Jesús constituye unos de los signos más fuertes y hermosos de del Evangelio. Son muchos los enigmas en torno a la sepultura de Jesús: ¿quiénes le enterraron? ¿como lo hicieron?

a) Por eso, algunos exegetas suponen que lo enterraron los mismos verdgugos romanos, simplemente como estaba, desnudo-desnudo y sin limpiar, en un hueco de la roca del Calvario, con un poco de tierra... (Iba a llegar el sábado y Pilató mandó que lo enterraran rápido, para estar a bien con los jefes judíos) ¡No sabemos!

b) Otros piensan que lo enterraron los delegados del Sanedrín (de los sacerdotes), con permiso de Pilato, por la misma razón (llegaba la fiesta...; un cadáver manchaba el aire). En ese fondo podemos hablar d una sábana real, ser una sábana cualquiera, un lienzo viejo con el que envuelven a Jesús los judíos que le entierran, rápidamente, en una fosa común, antes de que se eche encima el sábado de fiesta, día sagrado en que los muertos no pueden quedar desnudos en la calle. Los judíos no enterraban a los muertos simplemente desnudos en la tierra, sino que solían envolverles con un paño... Pero no podemos decirlo con seguridad. Lo seguro es sólo que lo enterraron, desnudo o con un lienzo viejo por vestido de muerto.

c) Las tradiciones que han sido elaboradas por los cristianos hablan de una sábana comprada expresamente para enterrar a Jesús y van embelleciendo la historia, como para decir que Jesús, que no tuvo vestidos especiales en el tiempo de su vida, recibió una buena vestidura tras su muerte. (cf. Mc 15, 46 par). Quiero dejar el tema así... El evangelio de Marcos, que sabe mucho sobre el tema, afirma que a Jesús le ungió para la muerte el amor de una mujer; habla de perfume para la muerte, no habla de vestidos. Sería hermoso saber lo que quiere decir (es Mc 14, 3-9). He tratado de todos estos temas en mi libro Hijo de Hombre. Historia de Jesús Galilea (Tirant, Valenci 2007), sin llegar a conclusiones firmes. Así lo dejo aquí

8. Dejó unos vestidos en la tumba... La sábana y sudario de la tumba de Jesús, según Jn 20, 6. Siguiendo en la línea de la tradición que se encuentra ya en Marcos (y se acentúa en Lucas y Mateo), el evangelio de Juan habla de unos hermosos vestidos de Jesús para la muerte. Pero Juan añade, con bellísma ironía y piedad, que Jesús no pudo llevarse esos vestidos en su pascua. Los dejó aquí, en la tumba, como expresión de que ya no valen para después de la muerte. Esa es mi lectura del texto, peo es un texto misterioso; quizá dice más cosas

Entonces llegó Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro. Y vio los lienzos que habían quedado, y el sudario que había estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino doblado en un lugar aparte (Jn 20, 6-7).


Ésa es una escena de gran densidad que ha sido interpretada de diversas maneras. Personalmente, con muchos exegetas, pienso que alude al hecho de que Jesús está en la gloria de la vida donde la misma vida es gloria, sin necesidad de vestidos... Que sus últimos vestidos de muerte quedaron en el sepulcro, intactos, sin que nadie robara el cuerpo. Pero por hoy dejamos el tema así, seguiremos mañana con el tema de los vestidos.

Conclusión

Quiero estudiar mejor el sentido de los vestidos en la Iglesia... Por eso me gustaria preguntar a mis lectores:

¿Qué consecuencias se pueden sacar de estos relatos y signos?
¿Qué hubiera dicho Jesús de la historia de los vestidos sagrados en la
Iglesia?
¿Cómo se vestiría hoy?
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