El Papa pide "estabilidad" en Níger y vuelve a reclamar oraciones por Ucrania Francisco: "La fe no es una etiqueta religiosa, sino una relación personal con el Señor"

El Papa saluda a los fieles en el Angelus
El Papa saluda a los fieles en el Angelus captura de pantalla

"¿Yo soy capaz de cambiar de opinión? ¿Sé ser comprensivo y compasivo o permanezco rígido en mis posiciones?"

"La fe de la mujer no está hecha de protocolo teológico, sino de insistencia; no de palabras, sino de oración. Y Dios no resiste cuando se le reza"

"Nosotros cristianos, si queremos imitar a Cristo, estamos invitados a la disponibilidad del cambio. Cuánto bien hace en nuestras relaciones, pero también en la vida de fe, ser dóciles, escuchar verdaderamente, enternecernos en nombre de la compasión y del bien ajeno, como Jesús con la cananea"

"Dios es amor, y quien ama no permanece rígido en sus propias posiciones (...). Y Dios no resiste cuando se le reza". El Papa Francisco lanzó una nueva diatriba contra la rigidez, "que es fea", y puso como ejemplo el "cambio de Jesús" en el caso de la mujer cananea, durante el rezo del Angelus, quien mostró su preocpación por el golpe de Estado en Níger, reclamando "estabilidad" en el país y la región del Sahel.

"Invoquemos por la paz en todas las regiones, especialmente rezamos por Ucrania, que desde hace tiempo sufre", recalcó tras la oración.

Antes de la oración del Angelus, Bergoglio recordó el encuentro de Jesús con la mujer cananea y su "qué grande es tu fe" para curar a su hija. "Jesús cambia de actitud y lo que le hace cambiar es la fuerza de la fe de aquella mujer", reflexionó el Papa, quien se detuvo en "el cambio de Jesús y la fe de la mujer".

En primer lugar, Jesús, que "estaba dirigiendo su predicación al pueblo elegido; después, el Espíritu Santo empujaría la Iglesia hasta los confines del mundo". En el pasaje de hoy tiene lugar "un adelanto" de la "universalidad de la obra de Dios".

"Frente a la oración de la mujer (Jesús) “adelanta los planes”, ante su caso concreto se convierte aún en más condescendiente y compasivo. Dios es así: es amor, y quien ama no permanece rígido en sus propias posiciones, sino que se deja mover y conmover; sabe cambiar sus esquemas", proclamó el pontífice.

Fieles en la plaza de San Pedro
Fieles en la plaza de San Pedro captura de pantalla

"Nosotros cristianos, si queremos imitar a Cristo, estamos invitados a la disponibilidad del cambio. Cuánto bien hace en nuestras relaciones, pero también en la vida de fe, ser dóciles, escuchar verdaderamente, enternecernos en nombre de la compasión y del bien ajeno, como Jesús con la cananea" explicó.

En cuanto a la mujer, que insiste por su fe. Una fe sencilla, que "no es rica de conceptos sino de hechos: la cananea se acerca, se postra, insiste, mantiene un diálogo estrecho con Jesús, supera todos los obstáculos con tal de hablar con Él".

Fieles en San Pedro
Fieles en San Pedro captura de pantalla

"He aquí la concreción de la fe -añadió el Papa-, que no es una etiqueta religiosa, sino una relación personal con el Señor. La fe de la mujer no está hecha de protocolo teológico, sino de insistencia; no de palabras, sino de oración. Y Dios no resiste cuando se le reza".

Sobre esta realidad, el Papa propuso algunas preguntas a los presentes: "A partir del cambio de Jesús: ¿yo soy capaz de cambiar de opinión? ¿Sé ser comprensivo y compasivo o permanezco rígido en mis posiciones? Y a partir de la fe de la mujer: ¿cómo es mi fe? ¿Se detiene en conceptos y palabras o es realmente vivida con la oración y las acciones? ¿Sé dialogar con el Señor, insistir con Él, o me conformo con recitar cualquier fórmula hermosa". Y culminó: "Que la Virgen nos haga disponibles al bien y concretos en la fe".

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