Poética del amor (y Vivencias y convivencias 15)

El poeta argentino Roberto Juarroz tiene un poema un tanto hermético que quisiera interpretar hermenéuticamente. La hermenéutica es la interpretación de lo hermético, la explicación de la implicación, la aclaración de lo oscuro. Pero respetando el enigma o misterio del tema o temática, en este caso nada menos que del amor. El poema se titula “El amor empieza”, y nosotros empezamos por sus piezas o partes. El comienzo es abrupto. “El amor empieza cuando se rompen los dedos/ y se dan vuelta las solapas del traje,/ cuando ya no hace falta pero tampoco sobra la vejez de mirarse,/ cuando la torre de los recuerdos, baja o alta, se agacha hasta la sangre”.


El amor comienza pues por cierta ruptura o disrupción, cierta rotura de lo establecido, cierta disfunción de lo meramente funcional. Es como una vuelta o revuelta existencial, una vuelta del traje y su trajín cotidiano, una revolución pacífica. El auténtico amor ya no tiene la mirada posesiva, sino abierta, es un amor desposesivo y desposeído, ya no encaramado sino encarnado y encardinado en los bajos de la existencia.


A continuación se explicita esta visión implícita del amor como abajamiento radical: “El amor empieza cuando Dios termina/ y cuando el hombre cae,/ mientras las cosas, demasiado eternas,/ comienzan a gastarse y los signos, las bocas y los signos,/ se muerden mutuamente en cualquier parte.” El primer verso parece irreligioso y lo es frente a un Dios amenazador, pero es religioso o religador, por cuanto el amor comienza cuando Dios termina de amenazar al hombre: cuando Dios se baja de su pedestal, cuando Dios se vacía de su vieja divinidad para hacerse hombre y humano, compasivo.


El amor es pues el abatimiento del Dios sobre el hombre, a la vez abatido en su caída en la finitud y la contingencia, cuya conciencia es precisamente un amor compasivo frente a las cosas en su fijación impávida e impersonal. Frente a lo cósico y el cosismo, el amor humano es un diálogo abierto entre el eros y el logos, entre la boca y los signos, en una coimplicidad de contrarios que define la complicidad de los diferentes en el amor.


Ahora el poeta profundiza en la sima del amor, la cual resulta abisal o abismal: “El amor empieza cuando la luz se agrieta como un muerto disfrazado/ sobre la soledad irremediable”. El amor, que es encarnación, es abismático: comienza cuando la luz se agrieta, liquidando o licuando lo sólido y su solidificación, asumiendo la sombra de la soledad irremediable, que es la muerte aunque disfrazada. Pero se trata de una muerte y de un muerto disfrazado, que por lo tanto está bien vivo, como se nos muestra a continuación en el último cuarteto.


“Porque el amor es simplemente eso:/la forma del comienzo/ tercamente escondido/ detrás de los finales.” Simplifiquemos sustantivamente la complejidad del amor, el cual es la forma del comienzo escondido detrás de los finales. O sea, el comienzo inicial e iniciático que se agazapa bajo el enigma o misterio de la existencia. El amor es pues decisivamente el comienzo detrás de los finales, tras el límite y las fronteras, sobrepasando la finitud y trascendiendo nuestra contingencia. Pues como dice Richard Ford, el amor es lo único que perdura.


Lo que parecía un poema cerrado inmanentemente se abre trascendentemente. Esta mi exégesis o interpretación no solo se verifica en nuestro poema, sino que encuentra su confirmación en el otro poema del mismo R. Juarroz titulado sintomáticamente “El amor más allá del amor”, en el que el amor comparece a la vez como radical y trascendental. Yo hablaría de un amor más allá de la muerte, un deseo que trasciende lo deseado como un anhelo infinito, encarnado sin embargo en la plena finitud del hombre como hambre simbólica y real.




VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 15

---La religión es un intento de exorcizar el mal.

---El hombre convierte lo que meramente es en símbolo de sentido: bajo la advocación implícita del Dios garante del sentido.

---El peligro de la religión: su reducción a incienso, oro y mirra.

---Fanático viene de fanum=templo: el fanático es el caballero templario (el cruzado).

---Ser o estar: ser seriamente o simplemente estar (esta es la cuestión en español).

---El arte expresa un pensamiento a través de una emoción (F.Pessoa): y la filosofía expresa una emoción a través de un pensamiento.

---En Nietzsche el arte nos libra de la verdad: mortífera.

---La verdad es efecto del poder: el sentido es afección o afecto de la potencia.

---La Gioconda sonríe porque sus observadores se quedan estupefactos: es la Venus estupefaciente.

---El creador como creador de interpretaciones: hermeneuta radical.

---Todo romance dura menos que su romancero: el romance de Romeo y Julieta duró tres días.

---De viejo hay que asumir el fardo de improperios propios y ajenos.

---La vieja incultura real o literal es cosa del pasado: hoy tenemos una nueva incultura virtual.

---La España de G.Celaya: fuerza enmarañada y entraña a gritos.

---Por sus libros los reconoceréis.

---En internet se asocia a Messi con Superman y a Cristiano con Batman: pero yo pienso que Messi sería Batman (introvertido y oscuro) y Cristiano Superman (extrovertido y potente).

---Por una nueva tríada: libertad, igualdad, tranquilidad (tranquillité).

---De la cima a la sima hay una suave ese: de la sima a la cima hay una áspera ce.

---Miguel Angel Berna me dice que este mundo reventará: le digo que ya está reventado.

---El amor conmueve al mundo: pero el odio lo remueve.

---Desde la espesura del arbolado pía un pajarillo: ignoro si pía para sí o para mí, si expía a otros o bien expía su propia soledad.

---El hombre se angustia por nada: por la nada.

---Dime qué andas y te diré qué desandas.

---Este es un mundo reprimido y reprimente.

---La Iglesia echó a la gente: ahora la reclama (demasiado tarde).

---El increyente también da fe o creencia: a la increencia.

---El aforismo como interruptor del tiempo, al que deja electrocutado: por eso echa humo y huele a chamusquina.
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