LA PAZ EN VENEZUELA

SOLO POSIBLE CON UN EPISCOPADO CONVERTIDO A SU MISSION DE PASTOR



Fue un tiempo en que los que llamaban a la conversión de los pueblos eran los obispos, los sacerdotes, el Papa y sus seguidores. Hoy, nos encontramos en que son los creyentes y fieles que llaman a la conversión de sus pastores. Ya lo vimos recientemente con el episcopado chileno y lo veremos mas a menudo en varios otros sectores como es el caso de que voy hablar en el presente articulo.

Los últimos acontecimientos, tales la divulgación del Plan de Estados Unidos para derrotar la revolución bolivariana y los resultados de las elecciones presidenciales que gano el candidato Nicolás Maduro con una gran mayoría sobre su mas cercano adversario, interpelan fuertemente al episcopado venezolano.

Son bien conocidas sus tomas de posiciones en contra del gobierno revolucionario bolivariano que califica de dictadura, de totalitarismo etc. Las ultimas elecciones revelan algo de totalmente distinto. La democracia se revela bien viva y la hubiera sido mucho mas si los llamados al no votar no hubieran existido. Curiosamente, esos llamados vinieron de los que se presentan como los defensores de la democracia. Todos sabemos que, en democracia, es el pueblo que tiene la ultima palabra y pedirlo de no tomar la palabra con su voto es como substituirse a su propio poder. En la Constitución venezolana hay una disposición que impide que se llame al pueblo a no ir a votar sobre todo cuando se trata decidir de su porvenir político, económico, social.

Hasta ahora, el episcopado venezolano se ha definido como una fuerza de la oposición y un aliado incondicional del Plan de Washington en contra de Venezuela. Este Plan ha sido revelado por la periodista argentina Stella Calloni. Se trata de un plan que manía sobre distintas formas la mentira, el engaño, la manipulación, el crimen en su forma económica, política y social. Nada para justificar, de una forma o otra, la complicidad de un episcopado católico, dedicado a los valores del Evangelio de verdad, de justicia, de solidaridad humana, de compasión, de misericordia. Hacerse cómplice de un plan así seria negar sus propias valores y alegarse del camino ensenado por Jesús de Nazaret.

El día que este episcopado se va convertir a su verdadera misión, el plan de los mentiros, de los manipuladores, de los criminales, no podrá mas contra el pueblo de Venezuela. Habrá allí pastores que sabrán denunciar toda la hipocresía de los autores de este plan así que sus crímenes en contra del pueblo venezolano. Con un tal episcopado, el pueblo volverá a unirse y los invasores no podrán mas contar con su apoyo. Se trata de una conversión que dice NO de forma firme a las ambiciones del Imperio y a su sumisión. Un NO que reproduce el NO de Jesús a la tentación a la cual había sido sometido por el gran imperio Mammon:

“Todo esto te daré, si postrado me adorares.”

La hora de la reflexión y de la conversión ha llegado. Sea que elija al imperio Mammon con sus poderes y riquezas o sea que elija a Jesús en medio de su pueblo haciéndolo respetar y amar.

Oscar fortin

El 23 de mayo
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