Enfrentados

Unos amigos nos convidaron al teatro en Madrid para ver una obra que llevaba por título Enfrentados. No era algo nuevo pues el autor Bill C.Davis la había estrenado en Nueva York en 1980 y desde entonces había ganado muchos premios: Critics Circle Awards y premio Moliére, entre otros. Tengo la impresión de que su reposición tiene que ver con la llegada al Vaticano del papa Francisco

El argumento gira en torno a dos protagonistas, un sacerdote viejo (Arturo Fernández) que es párroco en una zona burguesa y un joven seminarista que llega al seminario lleno de ideales y se enfrenta con la realidad de un obispo y unos curas, que buscan jóvenes buenos pero que no se permitan pensamientos distintos de los oficiales. De aquí el título de Enfrentados.

El muchacho cree que hay que decir la verdad y piensa que la Iglesia podría hacer mejor labor si ordenara a mujeres, si abriera la posibilidad de que el celibato fuera opcional, si permitiera el uso de los anticonceptivos, si no negara el sacramento del orden a los homosexuales que, como sus compañeros heteros, prometen ser célibes.

“Para entrar en el club tienes que aceptar las reglas”, le recomienda el viejo cura a lo que el seminarista no se opone, siempre que pueda dar su opinión libremente. La conclusión, tal y como están los tiempos, es bastante lógica: le niegan la ordenación para la que se siente llamado. Coge su petate que es menguado y decide salir “por ahí” a hablar de Dios y de su hijo Jesucristo, sin más títulos que su guitarra y su entusiasmo.

Lo más curioso es que la ilusión y la entrega, que ve en el joven, le llevan al viejo sacerdote a repensar su vida, a comprender su pasión por el vino y por conseguir el aprecio de sus parroquianos lo que le suponen un freno para apostar por la verdadera evangelización. Se coloca ante Dios y decide cortar por lo sano y acompañar al muchacho “por ahí” como juglares del Dios misericordioso que quiere que todos los hombres sean felices.

Creo que la obra termina hoy su representación pero, si saliera de Madrid a otras ciudades, recomiendo a la gente que la vaya a ver. No viene nada mal un toque a la conciencia de vez en cuando y que se produzca en un teatro… es algo novedoso.
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