Humanamente hablando el nacimiento de Juan Bta y Jesús eran imposibles.

adviento

  1. Dos personas y dos universos: Juan Bautista y Jesús: la realidad y la historia son de salvación

Humanamente hablando el nacimiento de Juan Bautista y de Jesús son prácticamente imposibles: por ancianidad (Zacarías e Isabel) y porque no se dan las condiciones humanas para ello (José y María).

         Para Dios no hay nada imposible.

         Los niños que están llegando, Juan Bautista y Jesús, configuran y determinan total y felizmente la vida de Zacarías, Isabel, José y María. (También los hijos que nacen determinan la vida de sus padres y de sus familias).

La vida es siempre esperanza. Aunque no lo parezca y aunque siempre estemos peor que nunca, las cosas pueden cambiar, la vida puede nacer y renacer siempre.

         ¡Cuántas cosas hay imposibles en la vida!

         Que uno cambie, que llegue la paz, que cese la pandemia, que termine el paro y el hambre, que renazca la esperanza y la vida son un auténtico milagro, humanamente “casi” imposible. Las cosas de Dios, -y las cosas de Dios son las que nos hacen bien a los hombres-, no acontecen en los cálculos humanos. Si por nosotros fuese no habría nacido ni Juan Bautista, ni Jesús, ni el perdón, ni la caridad, ni el cielo, etc. Para Dios no hay nada imposible.

O2.   El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra.

         (Breves apuntes)

  • o Es difícil conocer cómo Dios pueda entrar en nuestra historia, cómo pueda hablarnos. No es sencillo. El evangelio de Juan dice escuetamente que la Palabra, lo que Dios nos quería decir, se hizo carne (Sarx: debilidad) (Jn 1,14). Mateo y Lucas narran los relatos de la infancia de Jesús: Belén, los pastores, los Magos, la huida a Egipto, etc.
  • o Pero de alguna forma hay que decir lo que es indecible. ¿Cómo Dios nos habla, convive con nosotros?
  • o Los hijos son expresión de los padres. En diversos aspectos, los hijos son, más o menos, un reflejo de los padres: en lo físico, en los psíquico, modos de ser, adn, etc.

En este sentido, Jesús no es expresión de José, sino del Padre. Esto lo dice el mismo Jesús cuando, discutiendo con los doctores de la ley en el templo, les dice a José y María: ¿No sabíais que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre? (Lc 2,49).

Jesús no es expresión de José, sino de Dios Padre. Jesús no va a seguir las tradiciones religiosas, las leyes, el modo judío (José), sino que la vida de Jesús es una referencia continua al Padre, a Dios Padre.

Por eso los Evangelios (Lucas) dice que Jesús nace por la fuerza del Espíritu, del Altísimo. El Espíritu de Dios es quien continuamente impulsa a Jesús durante toda su vida y acciones.

  1. apertura al misterio.

         Nosotros estamos troquelados por el pensamiento científico, y pensamos que lo que no es ciencia, no es verdad o no existe o es un “cuento chino”.

         Pero para “comprender” la mayor parte de las cuestiones humanas y de las cuestiones religiosas: en nuestro caso: cristianas, hemos de abrirnos al misterio: ¿cómo nació Jesús? ¿Qué significan o cómo fueron gran parte de los milagros de Jesús, la resurrección de Lázaro o de la hija de Jairo? ¿Qué o cómo fue la resurrección de Jesús etc…

         O en otro orden de cosas, pero que son las mismas: ¿Cómo demostrar que la vida tiene sentido? ¿Cómo será nuestra resurrección? ¿Cómo vivir en paz, en libertad, etc.?

         Todo eso escapa a la ciencia. Recurrir a la biología, a la medicina para explicar estas cosas es tarea inútil.

         Todo ese mundo más allá de nuestra historia y de la ciencia lo intuimos en una apertura al misterio.

         Decía K. Rahner (1904-1984) una afirmación que se ha hecho muy popular: El cristiano del siglo XXI será místico o no ser.

         María, José. Jesús se “entienden” desde la mística, no desde la biología, ni desde la ciencia, aunque las ciencias: la historia, la arqueología, las lenguas sirven de mucho a la hora de acercarnos al Jesús de la historia, a una comprensión del NT, de los evangelios, etc.

María acepta la misión que Dios le confía: hágase en mí según tu palabra. Será la madre del hijo de Dios.

         La desconocida muchacha de Nazaret, que “nadie conocía” (Orígenes), será “proclamada por todas las generaciones”, (Lc 1,48).

         La mujer, que, según la tradición judía, no podía osar acercarse al santuario, “contendrá” al Dios que el santuario pretendía guardar-encerrar en sus muros.

         La mujer, que ni tan siquiera podía tocar la Biblia, acogerá dentro de sí la Palabra hecha carne.

         La mujer, que no podía dirigirse al sacerdote y mucho menos tocarlo, será la madre del “Santo de los santos”.

  1. No temas, alégrate llena de gracia.

         En el texto evangélico de hoy se da como una “escalada” gozosa:

         María recibe una noticia (ángel) de Dios, una noticia llena de felicidad (alégrate), una alegría que despeja miedos y angustia: María se turbó, perono temas. En ti está Jesús (Dios salva). El espíritu de Dios te protege, nos protege.

Que el Espíritu del Señor venga también sobre nosotros.

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