Junto con el modelo jurídico de la adopción, encontramos en el Nuevo Testamento textos que hablan de la filiación divina con fórmulas similares a las de una filiación natural.

Dios no nos adopta como hijos porque no tiene mas remedio, ya que nos ha creado, sino porque libremente se ha fijado en nosotros, porque nos ama, porque le agradamos.

María, "en cuerpo y alma" en el cielo, es el referente de lo que todos anhelamos: que nada nos falte, que todas las dimensiones de nuestra vida estén colmadas

La vida de Jesús en Nazaret nos habla del valor y significado de nuestras vidas corrientes. Lo ordinario de la vida puede estar lleno de Dios.

La compasión es constitutiva de lo humano, pero no es menos cierto que el egoísmo parece estar en el origen de todos los males de la humanidad