Su "Dios a pie de calle" se presenta hoy en San Nicolás (Pamplona), a las 20 horas Alejandro Palacios: "Los católicos no somos gente extraña ni gente friki, aunque muchas veces dé esa impresión"
(Jesús Bastante).- Alejandro Palacios es uno de los viñetistas de esta casa. Viene a presentarnos su último libro, "Dios a pie de calle, ¿Qué es esto de ser católico?", un cómic en el que intenta transmitir que "los católicos no somos gente extraña ni gente friki, aunque muchas veces dé esa impresión". La presentación del cómic tendrá lugar este viernes 28 de marzo, a las 20h, en Pamplona, en la parroquia de San Nicolás.
Alejandro no considera que sus viñetas sean una forma de evangelizar, porque "eso suena un poco pretencioso", pero sí reconoce el poder que tienen sus dibujos para "condensar teología en tres líneas, transmitir una idea que se puede leer con un vistazo rápido".
Piensa que "hablar de Dios o de Jesús nos gusta a todos, pero el tema se tuerce cuando hablas de Iglesia, porque la imagen que se transmite es oscura y siniestra", y cree que una de las causas del abandono de la Iglesia por parte de jóvenes es el bajo nivel de la formación cristiana que se recibe.
Por último, Alejandro rechaza que la enfermedad y la muerte sean temas "que se apartan del diálogo social": "Hablar de la muerte te prepara para la vida", concluye.
¿Qué es "Dios a pie de calle"?
Es un cómic, no son viñetas sueltas. Es una historia estructurada, en la cual dos personajes (un ángel y un monje) presentan una serie de temas que a mí me parecen interesantes de cara a la gente joven, como es el perdón, la oración, las virtudes teologales, las Bienaventuranzas, la muerte... vividos a día de hoy, en una situación de crisis que yo considero de desesperanza. El objetivo del libro es ayudar a la gente joven que esté interesada y a la que le gusten los cómics, que puedan leer sobre estos temas de manera divertida, y que puedan ver que ser joven y ser cristiano no es nada raro. No somos gente extraña ni gente friki, aunque muchas veces dé esa impresión.
¿Te has encontrado con gente que tiene esa sensación?
Es que es una percepción que se da mucho, tanto en los medios como en los colegios. Se da una imagen de los católicos como gente rara.
¿Y la imagen que da la Iglesia como institución se corresponde con esa percepción extendida?
Ése es el gran problema que yo veo. En los institutos, el joven de 14 o 16 que diga que es católico no creo que vaya a ser precisamente el más popular de la clase.
Para desestigmatizar este asunto, en este libro presento estos temas de una manera personal, divertida y muy actual. Y sobre todo muy cercana, porque creo que los cristianos debemos hablar de estos temas. No debemos apartarlos, sino tenerlos presentes.
Por eso se me ocurrió el año pasado la idea de hacer este libro. Empecé a darle vueltas a algunos temas que me parecía interesante poder debatir, enfocándolo sobre todo a gente joven.
¿Cuántos años llevas dibujando?
Llevo más de tres años dibujando semanalmente. Ahora publico en Buigle y con vosotros desde abril del año pasado, y mis viñetas aparecen también en catholic.net.
¿Por qué te decidiste a dedicar tus viñetas y tus dibujos a esa temática?
Porque el tema religioso y el tema cristiano me ha gustado toda la vida, igual que dibujar. Y creo que es una buena manera de transmitir ideas, aunque no lo considero evangelizar, porque suena un poco pretencioso. Pienso que lo que hago es simplemente sacar temas a la luz para que a partir de ellos se pueda hacer una pequeña reflexión. Como es un estilo de dibujo muy personal (en el sentido de que reflejo en las viñetas lo que yo pienso sobre el tema religioso), entiendo que haya gente a la que le encanten y gente que las deteste.
Me gusta mucho leer libros cristianos y darle vueltas en la cabeza a estos temas, me gusta transmitir mi fe y compartirla con los demás, así que por eso se me ocurrió hacerlo a través del dibujo. Creo que lo bueno que tienen las viñetas es que, a diferencia de algunos artículos que pueden ser muy largos, se lee en diez segundos. Con lo cual, transmite una idea muy rápido.
¿Hay que saber leer la teología que hay detrás de las viñetas?
Sí, porque la hay. Aunque esté condensada en tres líneas. Pero el poder de las viñetas es ése: que con un vistazo rápido se lee una idea condensada en pocas palabras.
El subtítulo de tu libro es "¿Qué es eso de ser católico?". ¿Qué es para ti?
"Dios a pie de calle" hace referencia a lo que decía antes, de que he querido acercar estos temas. Y el subtítulo es lo que intento explicar en el libro. La oración, por ejemplo, muchas veces se ve como algo de personas mayores (algo desfasado). Las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) no son lo que a un chaval de 17 años le puede parecer lo más moderno o lo más actual... Sin embargo, lo que yo digo en este libro es que ser católico es precisamente algo actual, algo cercano, y algo bueno.
En el libro planteo una manera de vivir la fe de forma normal, sin ser un bicho raro. Con mucha alegría, con mucha gracia. Con buen rollo.
¿Tus viñetas siguen la línea de Francisco, en el sentido de transmitir alegría?
Sí, me gusta mucho este Papa, la verdad. Creo que lo bueno del Papa Francisco es que es casi como una viñeta, es un Papa de titular. Un Papa que sale mucho en los medios, que da titulares, y que sabe transmitir valores cristianos en una sociedad que no es muy creyente.
Sin embargo, la mayoría de la gente se sigue considerando creyente y los valores cristianos, si te fijas bien, son los que imperan en la sociedad. ¿No será que los cristianos pensamos erróneamente que "están contra nosotros"?
Creo que la diferencia es que hablar de Dios o de Jesús nos gusta a todos, pero el tema se tuerce cuando hablas de Iglesia. La gente te considera un bicho raro cuando ve que eres de los que va a la iglesia. Porque la imagen que se transmite es oscura y siniestra. Y lo que yo intento decir aquí es precisamente que el que es católico está dentro de la Iglesia. No se puede ser católico y estar fuera de la Iglesia, que es lo que más se da hoy en día.
¿Católicos que "creen en Dios, pero no en los curas"?
Exactamente. Y que suelen decir cosas como "yo soy católico pero no voy a misa, yo soy católico pero no practicante"... Pero ahora Francisco está atrayendo a toda esa gente que se había sentido un poco alejada. No porque sea peor ni mejor que Benedicto, sino porque transmite el mensaje de una manera más actual, la que hoy en día se necesita.
Las encíclicas de Benedicto XVI son muy buenas, pero la mitad de la gente que puede haber un domingo en misa no habrá leído ni una de ellas. No todo el mundo lee a Benedicto XVI. La gente necesita titulares en el periódico o en la televisión para saber qué hace o qué dice el Papa. Y creo que Francisco está a la altura de la vorágine de los medios de comunicación de hoy en día. Sabe transmitir muy bien, y llega y gusta a la gente.
Y eso es muy bueno, porque la gente de repente dice "¡y éste es el líder de la Iglesia!". El líder de la Iglesia a la que igual ha estado mucho tiempo criticando. Así que en ese sentido, creo que Francisco hace un muy buen trabajo.
¿Crees que Francisco está dando mucha "caña" a los pastores y a los obispos, en relación a sus comportamientos?
Es que el obispo tiene que servir. Hace 50 años igual un obispo llegaba al pueblo y el pueblo se revolucionaba y lo recibían bajo palio, como si fuera un jefe. Francisco está recordando que la labor principal de los obispos es servir a los demás. Está recuperando la idea de que los obispos son servidores. Y esto no significa ir en contra del obispo, sino simplemente decirle que su labor es servir a toda su comunidad, a toda su diócesis.
El capítulo 4 de tu libro trata sobre la muerte. ¿Cómo ve un joven como tú un tema tan alejado biológicamente de sí mismo?
Elegí sacar ese tema en el libro porque creo que tanto la enfermedad como la muerte son temas que son muy importantes y que la gente joven debería hablar sobre ellos, pero de los que no se habla. Son temas que se apartan del diálogo social. Hay una tendencia a pensar "ya me llegará el momento de pensar en ello", y también a reformar los tanatorios como si fueran espacios "zen", para estar tranquilos. Y creo que eso no es bueno. Yo con mi cuadrilla a veces saco estos temas, porque creo que es bueno hablar de ellos de vez en cuando. Siendo joven también te tocan enfermedades, y creo que hay que estar preparado para saber vivirlas, para saber llevarlas. Hay una frase que me gusta mucho que dice "sufrir es de todos, pero saber sufrir es de pocos". Y creo que para saber sufrir hay que vivir con perspectiva, no a lo loco, como si fueras a vivir eternamente, como si nunca fuera a pasar nada... Además, pensar en el tema de la muerte te lleva también a pensar en Dios, en qué habrá detrás.
La manera en que trato este tema en el libro es desde la esperanza total. Yo he vivido el tema de la muerte en familiares y en gente cercana, y creo que te hace reflexionar, te hace pensar. Yo hablaba mucho de este tema con mi abuelo, y estoy muy agradecido por ello. Porque creo que hablar de la muerte te prepara para la vida.
A la gente que no habla de estas cosas, cuando les llega una enfermedad o una muerte, se les viene el mundo encima. Por eso creo que es bueno darle vueltas, porque al fin y al cabo es algo muy humano.
¿Qué haces, además de tus viñetas?
Me dedico un poco a todo. Ahora mismo estoy con un programa de solidaridad y de temas sociales en Navarra Televisión. Se llama "Implicados", y da a conocer grupos de ayuda a inmigrantes, asociaciones de ayuda a gitanos o a mujeres en exclusión. También estoy muy metido en actividades de la Diócesis de Pamplona, y en mi tiempo libre estudio Ciencias Religiosas, porque considero esencial formarse en esos temas. Una de las cosas que veo en la diócesis y que me fastidia es que hasta los 18 años, la educación que reciben en catequesis es de un nivel bastante bajo. Ahora mismo hay muchos jóvenes que van a confirmación porque a su abuela le hace ilusión que vayan, pero hay otros muchos que se marchan de la Iglesia, y yo creo que en parte esto se debe a que hay una formación deficiente. Nos enseñan que Jesús es bueno, que hay que portarse bien, y poco más.
Creo que es bueno conocer, saber de dónde vienen los Evangelios, cómo se forma la Biblia, el por qué de los sacramentos... Eso lo considero esencial.
En Buigle juntas tus dos vocaciones: la de viñetista y la social
Sí, porque el cien por cien de los fondos que recibe Buigle va a Cáritas. Igual que el cien por cien de mi otro libro, "Dios y compañía", que se publicó con Buigle.
La idea le surgió a un gran amigo mío hace ya seis años, y decidimos crear este buscador. En los buscadores normales hay ciertas páginas que pagan por estar más arriba en la lista de resultados, y cuando se clica ahí, ese dinero va a Google. En cambio, buscando con Buigle, cuando clicas en cualquier página el dinero va destinado a Cáritas. Por lo tanto, el sentido del buscador es ofrecer esta recaudación de fondos a Cáritas, y al mismo tiempo dar a conocer webs cristianas, noticias, el evangelio del día, rezos, laudes, vísperas... y hace tres años se incluyó la viñeta. Poco a poco se van añadiendo cosas.
Y la verdad es que estamos teniendo muchas visitas mensuales, miles.
¿Hay cierto prejuicio de que los jóvenes no tienen mucho que decir en la Iglesia?
Sí, pero es al contrario: tienen mucho que decir, y cada vez más. Yo en mis viñetas me expreso con libertad total, y además ahora el Papa está dando mucho impulso a la juventud.
Los jóvenes que más hablan de religión suelen ser universitarios, pero a mí me gustaría que ya en el instituto empiecen a quitarse esos prejuicios y las ideas preconcebidas.
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-Ahora mismo hay muchos jóvenes que van a confirmación porque a su abuela le hace ilusión que vayan, pero hay otros muchos que se marchan de la Iglesia, y yo creo que en parte esto se debe a que hay una formación deficiente
-Me fastidia el nivel de la formación religiosa que se da en catequesis. Nos enseñan que Jesús es bueno, que hay que portarse bien, y poco más.