Los cristianos en Irak
El tremendo golpe asestado a la comunidad cristiana de Irak en la Iglesia de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, hace que todos los cristianos vivan momentos de dolor y temor. Una de mis hermanas, Dominica de la Presentación, me comentaba hace pocos días:
Texto: Hna. María Nuria Gaza.
“La iglesia siríaca católica, Nuestra Señora de la Salvación, cerca de nuestro hospital, estaba llena de gente inocente, casi 200 personas que oraban, la atacaron en plena Misa dominical. Muchas personas fueron cogidas como rehenes durante seis horas, amenazadas y luego las mataron. El balance es de 75 muertos. La prensa dice que menos, pero nosotras lo sabemos a ciencia cierta, reducen el número para que internacionalmente el país no quede tan mal y especialmente el gobierno que en realidad no existe y es incapaz de controlar esta situación.
Entre los muertos uno de nuestros empleados del hospital San Rafael y varios heridos, muchos de ellos atendidos en nuestro hospital y otros derivados a otros centros sanitarios. La responsable de nuestro jardín de infancia que fue tomada como rehén recibió una bala en un brazo y luego la liberaron pero ha quedado tan traumatizada que no se la reconoce en sus reacciones. Ha sido algo catastrófico para todos los cristianos de Irak.
Los dos sacerdotes que estaban en la iglesia fueron acribillados a balas al principio del ingreso de los terroristas en la iglesia. Eran los dos jóvenes, muchas veces cuando nuestro capellán se ausentaba eran ellos que venían a celebrarnos la Eucaristía. ¡Todos los cristianos del país estamos atemorizados y amenazados!
En nuestro hospital de San Rafael, hemos guardado los cuerpos de los dos sacerdotes en la morgue hasta el momento del entierro, que fue el martes 2 de noviembre al medio día. Hicimos una procesión con los féretros de los dos sacerdotes desde el hospital hasta la iglesia de San José, la catedral de rito caldeo. Es un recorrido bastante largo dadas las circunstancias de inseguridad existentes. Había mucha gente: Sacerdotes y obispos de todos los ritos y cantidad de fieles. Éramos tantos que estuvimos protegidos por las fuerzas militares. En la iglesia no cabía ni un alfiler.
Y lo más triste del caso es que la persecución continúa. Han sacado a cristianos de sus casas. En los barrios donde viven cristianos están poniendo coches bomba. No salimos de casa si no es por pura necesidad. Hemos puesto guardias en la puerta del hospital, que trabaja al ritmo normal, y hombres que vigilan los entornos del mismo.
Por miedo estos días tenemos la escuela cerrada, aprovechando que es una fiesta musulmana. Si ocurriera algo en la misma pagarían cristianos y también musulmanes, que son la mayoría. Todos los padres entienden que hayamos tomado esta medida y nos apoyen en nuestras decisiones.
Necesitamos oraciones para que esta mala racha pase. ¡Gracias!”
Texto: Hna. María Nuria Gaza.