La fuerza de la oración en la debilidad

En una mesa redonda organizada por la comunidad de Sant’Egidio, le preguntaron al arzobispo latino de Bagdad cómo oraban los cristianos en Irak. Respondió: “El pequeño grupo de cristianos se siente cada vez más acosado y cada vez es más reducido. Ante esta situación, los cristianos se unen para rezar y pedir al Señor la fuerza para permanecer firmes en su fe. Les tengo que confesar que durante los días en que Bagdad fue constantemente bombardeada en la última guerra, ningún día celebré la Eucaristía solo en mi catedral de Bagdad. El único refugio bajo las bombas era orar para que el Señor se apiadara de los que sufrían injustamente. Era su fuerza en la debilidad”.
Hoy que ha desaparecido el “tirano” pero han aparecido muchos pequeños tiranos que extorsionan, secuestran o matan. En una tal situación han surgido grupos de oración para pedir la paz. Los padres carmelitas en Bagdad han organizado varios grupos de oración, la gente acude a pesar que no siempre es fácil movilizarse. Cuando uno sale de casa se pregunta si volverá. También religiosas dominicas tienen el Santísimo expuesto para pedir la paz y la concordia en el país.
Ya en mi estancia en Irak, el año 1986, organizamos en nuestra capilla de Bagdad junto con el arzobispo católico latino, monseñor Dahdah, una velada oración mensual de cuatro a seis de la tarde con exposición del Santísimo para pedir la paz. Había ratos de silencio, cantos y lecturas de la Palabra de Dios. Por el reducido número de cristianos de la ciudad siempre me quedaba impresionada por la gente que asistía. Algunos se quedaban un ratito, otros permanecían todo el tiempo y lo más sorprendente era que también entraban a orar algunos musulmanes.
La oración ha dado fuerza a estos cristianos para seguir en pié ante tanta dificultad, dolor, muerte e inseguridad. Jesús en Getsemaní, encontró en su oración la fuerza para decir al Padre “hágase tu voluntad y no la mía”. Mi anhelo más profundo es que el Señor bendiga a este pueblo con el don de la paz. Texto: Hna. Maria Nuria Gaza.