El impetuoso Pedro

Pedro es el que juró que no negaría a su Maestro aunque tuviera que dar la vida por él. Y el buen Pedro estaba convencido de ello, no tenía intención de mentir. Pero cuando se encuentra ante el peligro el miedo le vence. Pobre Pedro, el que estaba tan seguro de que no le iba a negar y lo hace por tres veces. El dolor de haber traicionado la fidelidad a Jesús le hace llorar amargamente. Este llanto le valió una dulce mirada de su Señor.
Anteriormente cuando Jesús anuncia a los suyos su pasión y muerte, Pedro cogiéndolo de lado le dice que esto no le puede suceder. Y ante este alegato, Pedro merece una reprimenda muy fuerte de Jesús que le llega a decir: “Apártate de mi Satanás que me eres un motivo de escándalo”.
Pero también es Pedro cuando después de la resurrección están pescando y Jesús se aparece al borde del lago de Tiberiades y los llama. Pedro al saber que es su Maestro, se lanza al agua sin pensarlo dos veces.
Y es en el borde del lago donde Pedro recibe la misión de regir y gobernar la Iglesia, no pero, sin hacerle confesar por tres veces si amaba a Jesús: “Pedro, ¿me amas más que estos?”. A la tercera vez el pobre apóstol se entristece, seguramente recuerda su triple negación. Ya no se atreve a afirmar rotundamente que le ama: “Señor tú lo sabes todo, tu sabes que te amo”. El Pedro fogoso e impetuoso ha aprendido a medir sus palabras, sabe que es capaz de muchas cosas, es con la fuerza del mandato que recibe de apacentar las ovejas, que será capaz de llevar la misión encomendada hasta el fin.
La figura de San Pedro es consoladora porque Jesús para conducir su Iglesia escogió a lo débil que se hace fuerte por la fuerza que viene de lo alto. Pienso que esta figura debe ser también muy consoladora para los que han sido elegidos para regir la Barca de Pedro, al contemplar su patrón, no se tienen que sentir desalentados al ver sus imperfecciones. La fuerza para realizar la misión que tienen que llevar a cabo viene de Dios. A los católicos nos incumbe sostenerlos con nuestra oración. Texto: Hna. María Nuria Gaza.