No tengáis miedo



"No tengáis miedo". Fue esta casi la primera expresión que escuchamos de los labios del Papa Juan Pablo II al iniciar su pontificado. Ahora en el primer aniversario de la muerte de Karol Wojtyla, recordamos sus palabras, su invitación.

Porque ciertamente el miedo anida a veces en nuestro interior y nos impide actuar, nos paraliza. El miedo suele ser algo que nos cuesta definir pero que nos afecta más a menudo de lo pensamos.

Podemos sentir en verdad miedo, miedo si queremos fiarnos exclusivamente de nosotros mismos, si no estamos abiertos a los demás, si no estamos dispuestos a atender la voz de Dios. Nuestros puntos de vista, nuestras opiniones, nuestras seguridades son bien poca cosa si les falta la referencia al que es la única y verdadera fuente de toda seguridad: Dios.

Aprender a fiarse de Dios, a confiar en Él, es tarea de toda la vida. Podemos perder la ruta con facilidad, ¿quién en su vida no lo ha experimentado?, pero debemos ser valientes para reconocer nuestros errores, y sin miedo confiar en Dios.

Además como cristianos estamos llamados a dar en todo momento, sin temor, testimonio de aquello que esperamos: la manifestación gloriosa del Hijo de Dios. Texto: Hna. Carmen Solé. Foto: Sor Gemma Morató - www.mivocacion.com
Volver arriba