25 años de la misión salesiana en el país asiático Tagle, desde Bakú: "La Iglesia en Azerbaiyán está viva"

"Le contaré al Papa León que he encontrado en Bakú misioneros de la esperanza llegados de todo el mundo"
El purpurado se reunió con los misioneros salesianos y otros agentes pastorales de más de diez países, comprometidos en la labor evangelizadora en la Prefectura Apostólica de Azerbaiyán
| Fides
«Demos gracias al Señor por este día, por los misioneros, por el obispo Vladimir Fekete y por el primer sacerdote local, el padre Beibud Mustafaev. Todo esto significa que la Iglesia en Azerbaiyán está viva». Con estas palabras concluyó el cardenal Luis Antonio Tagle la homilía pronunciada durante la liturgia eucarística que presidió en la iglesia católica de Bakú el domingo 19 de octubre, recordando el camino de esperanza y perseverancia recorrido por la pequeña comunidad local en las últimas décadas.
El penúltimo domingo de octubre coincidió con la Jornada Mundial de las Misiones, y en la capital azerí también se celebraron los 25 años del inicio de la Missio sui iuris de Bakú, instituida el 11 de octubre de 2000. Esta fecha marcó el «reinicio» de la Iglesia católica en Azerbaiyán tras las décadas soviéticas y la destrucción de la única parroquia, perpetrada por el régimen estalinista en 1931.
El cardenal Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares), pasó la Jornada Mundial de las Misiones en Bakú, donde se reunió con los misioneros salesianos y otros agentes pastorales de más de diez países, comprometidos en la labor evangelizadora en la Prefectura Apostólica de Azerbaiyán. «Le contaré al Papa León que he encontrado en Bakú misioneros de la esperanza llegados de todo el mundo», prometió durante la homilía.
“On October 18, Cardinal Luis Antonio Tagle, Pro-Prefect of the Holy See's Dicastery for Evangelization, who is on visit in Azerbaijan at the invitation of Bishop Vladimir Fekete, visited the construction site of the St. John Paul II Church in Baku.”
— LJE_🍭🌧💫 (@LeeJeAe_) October 19, 2025
Cr. Catholic AZ pic.twitter.com/ip9yNXQUPk
El sábado 18 de octubre, el cardenal visitó las obras de la nueva iglesia dedicada a San Juan Pablo II, cuyo terreno fue asignado por decreto especial del presidente Ilham Aliyev. En diciembre de 2024, el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, había participado en la ceremonia de bendición de la obra y de la primera piedra.
Durante su estancia en Baku, Tagle se reunió con Ramin Mammadov, presidente del Comité Estatal para las Relaciones con las Organizaciones Religiosas, expresando su gratitud por las condiciones creadas para las actividades de la comunidad católica. Asimismo, celebró misa en la casa de las Hermanas Misioneras de la Misericordia y conoció el centro de acogida dedicado a Santa Teresa de Calcuta.
“During his visit to the Apostolic Prefecture of Azerbaijan, Cardinal Tagle visited the St. Teresa of Calcutta Homeless Shelter in Baku, where he celebrated Holy Mass for the sisters of the Congregation of the Missionaries of Charity.” pic.twitter.com/Ng9rvR727e
— LJE_🍭🌧💫 (@LeeJeAe_) October 19, 2025
En los últimos 25 años, la pequeña comunidad católica de Azerbaiyán ha recibido las visitas de los papas Juan Pablo II y Francisco y ha visto surgir las primeras vocaciones sacerdotales y religiosas locales.
«Cada Domingo del Señor es un día de acción de gracias», recordó el cardenal Tagle al inicio de su homilía, «pero hoy tenemos un motivo especial: damos gracias por el 25º aniversario de la creación de la Missio sui iuris y de la misión salesiana en Azerbaiyán. Gracias al Señor, a la familia salesiana y al pueblo de Azerbaiyán. Es simbólico y esclarecedor que estos aniversarios coincidan con la Jornada Mundial de las Misiones».
El cardenal también reflexionó sobre el tema de la Jornada 2025, «Misioneros de esperanza entre los pueblos», subrayando que «todos nosotros, sacerdotes, religiosos y laicos, estamos llamados a ser misioneros de esperanza, de esperanza en Dios y en el Reino de Dios. Proclamamos a Jesús como nuestra esperanza, no solo a nosotros mismos, sino a todos los hombres y pueblos».
Etiquetas