Refugiada en la isla de su familiar nido, Dulce María Loynaz contrae un primer matrimonio con su primo Enrique de Quesada y Loynaz(en imagen) un 16 de diciembre de 1937. Había vivido ya la poeta del silencio 35 años.Dará a conocer meses después su inicial poemario que venimos comentando “Versos 1920–1938”.No podían faltar en esta notable antología poemas de amor. Elegimos para hoy tres excelentes títulos: “Quiéreme entera”, “Yo te fui desnudando...” y “San Miguel Arcángel”.
Es muy notable la permanente necesidad que estimula a la poeta a dirigirse en sus versos a un “tú” cercano y entrañable. Así se expresa la notable hispanista Modesta Suárez:
“En dicho diálogo, a menudo está implicado el amante. Mas, Dios o amante, Dulce María Loynaz asume un papel protagónico frente al interlocutor que siempre viene incluido en un discurso amoroso.”
"SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA..."
Quiéreme entera. ¡Que yo te amaré entero! En “Amor es...”, inspirado, sin duda en san Pablo "1 Corintios 13", construye Loynaz un bello Cántico al amor,cuyo texto final, por cierto, ha sido reproducido sobre la losa de su sepulcro, en el habanero cementerio de Colón: “Amor es perdonar; y lo que es más / que perdonar, es comprender... / Amor es apretarse a la cruz, y clavarse / a la cruz, / y morir y resucitar... / ¡Amor es resucitar!”
Guardo en la memoria unos sencillos versos que acaso resuman con elegancia el sentido último del enamorado poema de Dulce María que presentamos a continuación. Así rezaba la canción: “Corazones partidos / yo no los quiero. / Cuando yo doy el mío / lo doy entero.” Nos acerca la poeta cubana la sabiduría popular de esta coplilla en un ardiente ramo de tropicales versos:
QUIÉREME ENTERA
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda… o no me quieras!
TE ARRANQUÉ LA CORTEZA, ENTERA Y DURA...
Si el poema precedente habla de comprensión y entrega, “Yo te fui desnudando...” nos refiere el proceso de retirar máscaras, armaduras protectoras... Con sorpresa de todos, se siente más ligero, más libre el propio amante. Y la enamorada mujer refiere con alegría su participación en el juego y la emoción de lo que van ambos descubriendo...
Como me recuerda el poema conocidos versos de Pedro Salinas aparecidos en “La voz a ti debida”, de 1933, me permito transcribir los primeros versos para disfrute y reflexión de todos. El poeta, que es varón, escribe: “Perdóname por ir así buscándote / tan torpemente, dentro / de ti. / Perdóname el dolor, / alguna vez. / Es que quiero sacar / de ti tu mejor tú. / Ese que no te viste y que yo veo, / nadador por tu fondo, preciosísimo.”
YO TE FUI DESNUNDANDO...
Yo te fui desnudando de ti mismo,
de los «tus» superpuestos que la vida
te había ceñido…
Te arranqué la corteza -entera y dura-
que se creía fruta, que tenía
la forma de la fruta.
Y ante el asombro vago de tus ojos
surgiste con tus ojos aún velados
de tinieblas y asombros…
Surgiste de ti mismo; de tu misma
sombra fecunda, intacto y desgarrado
en alma viva…
"A CONTRALUZ, TE PARECES A SAN MIGUEL ARCÁNGEL..."
Descubrimos finalmente el tremendo poema “San Miguel Arcángel”. Partiendo de una descripción de su amante, a quien se dirige en todo momento, se imagina Loynaz que su hombre es el mismísimo Arcángel San Miguel que desciende cada tarde sobre ella, “hermoso y grande”. Y le pide que clave su lanza en el demonio que le “chupa la sangre”... (¿será que no le viene la regla y por eso ella no puede tener un hijo?; leer “Canto a la mujer estéril” pulsando aquí). Me permito incluir varios comentarios de expertos sobre este extraño y fascinante poema:
Aldo Martínez Malo: Dulce María se enamoró de su marido,“el primo Enrique de Quesada, importante, en su vida y obra, más de lo que parece, al que dedicó uno de los poemas más bellos y voluptuosos escrito por manos de mujer, San Miguel Arcángel, donde en un fragmento deja al desnudo su Eros.”
Judith Rovira y María Teresa Morejón:“Es el caso del poema San Miguel Arcángel, el cual está inspirado en su primer esposo Enrique de Quesada; Dulce María lo identifica con este santo, con su color y belleza; lo ha hecho muy viril y lo ha humanizado en su hombre, a tal punto que lo considera capaz de absolverla de sus pecados.”
Melba Caridad:“Cuando te acercas a Carilda Oliver, por demás el símbolo del erotismo en Cuba, tú puedes vivir una poesía diferente, atrevida, pícara. Pero si te lees algo de la Loynaz encuentras un erotismo muy refinado, una búsqueda alta, una poesía suprema, en mi opinión.”
Teonila Álvarez:“La presencia de la sensualidad también se encuentra en el rapto de contenida carnalidad en los últimos versos de San Miguel Arcángel, cuya evocación despierta en el lector la certeza de una presencia estremecedora, avasalladora. La fuerza, el ímpetu y la virilidad latente del personaje, nos convence del triunfo sobre el deseo.”
Alicia G. R. Aldaya:En San Miguel Arcángel nos encontramos “ante el momento más alto del erotismo de su poesía y en el que con una petición persigue reprimir todo deseo y volver al estado de la gracia.”
SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Por la tarde,
a contraluz
te pareces
a San Miguel Arcángel.
Tu color oxidado,
tu cabeza de ángel
guerrero, tu silencio
y tu fuerza...
Cuando arde
la tarde,
desciendes sobre mí
serenamente;
desciendes sobre mí,
hermoso y grande
como un Arcángel.
Arcángel San Miguel,
con tu lanza relampagueante
clava a tus pies de bronce
el demonio escondido
que me chupa la sangre...
POEMA XCVII: “Señor mío, Tú me diste...”
POEMA IV: “Con mi cuerpo y con mi alma...”
POEMA LXXXVI: “Perdóname...”
POEMA LXXXIII: “Con collares de lágrimas...”
