La lluvia y un pueblo fiel a su Amatxo.

Con la lluvia suelen suceder los patinazos. Y de “patinazo” califico lo sucedido hoy en el marco de la celebración del Rosario de la Aurora. Cuando tras el recorrido por el Casco Antiguo de la vieja Gasteiz regresamos a la Plaza de la Virgen Blanca un detalle llama nuestra atención: No está el altar puesto ¿dónde pensarán celebrar?
Cierto que la lluvia se hizo presente desde el comienzo de la procesión, pero ni torrencialmente ni de continuo, de hecho a la hora de dispersarse para reponer fuerzas con un buen desayuno el agua ya había cesado hacía tiempo.


La imagen de la Virgen con chubasquero llegaba a la plaza y tras subir las escaleras allí se quedaba, de cara a “su pueblo” que la recibía con el cariño habitual. Escoltada por los blusas y acompañada por el Abad y otros miembros de la Cofradía, quienes manifestaron de esa manera cuál es su lugar.
Por megafonía despejaban ya cualquier duda, la Eucaristía se celebraría en la plaza, pero … se presidiría desde el templo.

Non solum sed etiam


Evidentemente que lo que sigue es una opinión personal (que recoge comentarios a pie de plaza); es una crítica hecha con respeto y afecto porque siento afecto y respeto por aquellos a quienes va dirigida, pero con la conciencia de quien vive la vocación de “cantar las alabanzas de la Iglesia”, pero también sus “miserias” y “humanos patinazos” alentado en la máxima de que “la verdad os hará libres”.
Los curas tenían que haber celebrado la Eucaristía, como siempre, desde la escalinata, asumiendo el riesgo de mojarse. El pastor ha de estar con las ovejas.

Y el problema no está en la anécdota puntual de no haber celebrado la Misa del Rosario de la Aurora del 2012 en las escalinatas, el problema radica en lo que el gesto puede traslucir, dar lugar a interpretar o simplemente sugerir. Hoy podríamos desayunarnos un titular en el que dijese que “La iglesia con cuatro gotas se refugia en el templo” y no dejaría de ser un titular intencionado puesto en bandeja. Alguno en la plaza dejó caer el comentario: “lo siguiente será seguir el Rosario de la Aurora desde casa por Radio Vitoria (la primera y la única que sigue ofreciendo este servicio público dicho sea de paso) y que aquí no venga ni …”

Sinceramente creo que ha sido un error, (puntual y anecdótico) que ni cuestiones técnicas (que ya las he preguntado) ni de otra índole lo justificarían, y menos pensando en las personas que siguieron a pie derecho la celebración en la plaza. Lo mejor de los errores es que nos ayudan a no repetirlos.
El año que viene celebraremos el 400 aniversario de la Cofradía de la Virgen Blanca, todo un ejemplo de esa Iglesia que “se moja”.


Felices Fiestas
Txenti
Periodista y cofrade de la Virgen Blanca
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