Meditación para el quinto día de la Novena de Navidad La Navidad: un nacimiento del agua y del Espíritu

Navidad
Navidad

"En la Amazonia el agua es la reina, los ríos y arroyos son como venas, y toda forma de vida está determinada por ella"

"El acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos"

"La calidad del agua disponible para los pobres provoca muchas muertes todos los días"

“Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para las naciones". (Ap 22,1-2) (Cfr. LS 28-31; QA 43-45)

En la Amazonia el agua es la reina, los ríos y arroyos son como venas, y toda forma de vida está determinada por ella. El agua deslumbra en el gran Amazonas, que recoge y vivifica todo a su alrededor. Es además la columna vertebral que armoniza y une: «El río no nos separa, nos une, nos ayuda a convivir entre diferentes culturas y lenguas». Si bien es verdad que en este territorio hay muchas “Amazonias”, su eje principal es el gran río, hijo de muchos ríos.

San Ignacio de Loyola, sentado junto al rio Cardener, experimentó la claridad espiritual que dio origen a sus Ejercicios Espirituales; santa Teresa nos habla continuamente con los ejemplos del agua, animándonos a beber de la fuente contemplativa que no se agota, dando de beber siempre al alma sedienta de Dios. Nuestras comunidades beben de las fuentes de la liturgia y de la Palabra. Sin embargo, y simultáneamente, muchos cristianos padecen la falta de aguas para alimentarse, refrescarse sanamente.

Amazonía
Amazonía

Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad. En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez.

La calidad del agua disponible para los pobres provoca muchas muertes todos los días: frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales; los vertidos de las fábricas, los detergentes y productos químicos que utiliza la población siguen derramándose en ríos, lagos y mares.

Agua
Agua

Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad. Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso.

En los escritos bíblicos, la imagen de las aguas del Espíritu son un símil de las aguas frescas de los ríos; pero si cada día contamos con menos aguas limpias para nuestras comunidades, ¿llegará el día en que nadie entenderá a qué se refieren las Escrituras cuando habla de estas aguas?

Samaritana
Samaritana

"De la altura extrema de la cordillera, donde las nieves son eternas, el agua se desprende y traza un esbozo trémulo en la piel antigua de la piedra: el Amazonas acaba de nacer. Nace a cada instante. Desciende lenta, sinuosa luz, para crecer en la tierra. Espantando verdes, inventa su camino y se acrecienta. Aguas subterráneas afloran para abrazarse con el agua que desciende de Los Andes. De la barriga de las nubes blanquísimas, tocadas por el viento, cae el agua celeste. Reunidas avanzan, multiplicadas en infinitos caminos, bañando la inmensa planicie […]. Es la Gran Amazonia, toda en el trópico húmedo, con su selva compacta y atolondrante, donde todavía palpita, intocada y en vastos lugares jamás sorprendida por el hombre, la vida que se fue urdiendo en las intimidades del agua [...]. Desde que el hombre la habita, se yergue de las profundidades de sus aguas, y se escurre de los altos centros de su selva un terrible temor: de que esa vida esté, despacito, tomando el rumbo del fin".


Contemplar la Navidad en la creación es también despertar continuamente a la necesidad de sumergirse en las aguas del Nacimiento de Aquel de quien brota la Vida. Es un nacer del Agua y del Espíritu, que siempre, siempre nos invita a cuidar la creación, como parte de nuestra Espiritualidad Integral.

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