Lo bueno vencerá a lo malo

Y no solo eso, sino que lo bueno abunda más aunque a veces no lo parezca a simple vista, y lo malo destaque causando grandes daños y dejando secuelas profundas que empalidece la bondad, la de Dios y la que cada uno generamos día a día. El Padre nos regala la vida y las oportunidades de hacer un mundo mejor. Este es nuestra fe, que en la totalidad de la existencia, el amor tendrá la última palabra y Dios aunará todo lo que hoy nos parece desajustado.

En este último día del año, me fijo en el libro del Apocalipsis que nos habla del plan de Dios, siempre llevando la iniciativa salvadora a pesar de lo injustamente que hemos organizado el mundo. Así, este libro profético pone de manifiesto el mensaje de esperanza aunque Juan quiso escribirlo en el género religioso apocalíptico para expresar lo revelado. El contenido se expresa en un lenguaje figurativo que proyecta el mensaje hacia el futuro pero apoyándose también en el pasado. Es muy posible que la elección literaria tuviera que ver con el contexto histórico, a finales del reinado de Domiciano, cuando se produjo la primera gran persecución de cristianos. Por tanto, convenía un cierto lenguaje críptico para iniciados que no les delatase viviendo en la clandestinidad. Porque lo que parece claro es que el Apocalipsis está destinado a la comunidad cristiana en el tiempo de Juan.

En medio de esas circunstancias, el texto nos descubre el triunfo de Cristo con su Iglesia pueblo de Dios. Que por algo “apocalipsis” significa revelación. A pesar del lenguaje casi siempre extraño de estas cartas, dos temas están presentes en todas ellas: la esperanza consoladora para revivir de la tribulación porque Dios y el bien triunfarán definitivamente; y el estímulo para perseverar con la seguridad de una gran recompensa. No es un mal enfoque para los cristianos en nuestro momento actual.

La venida del Señor es un mensaje navideño plenamente escatológico que atesora una fuerza extraordinaria que deberíamos pedir hoy con mayor empeño en la oración ante este nuevo año que se nos abre lleno de incertidumbres propias de un cambio de era que vaya usted a saber donde nos llevará. El especialista Miguel Oliver Román señala que en las cartas del Apocalipsis contienen un compromiso de fidelidad por parte de Cristo a unas comunidades cristianas que vivían una durísima persecución. Aquí estamos perseguidos y noqueados por el materialismo consumista; ahí cerca, se están produciendo las mayores persecuciones y matanzas de cristianos de la historia. La venida del Salvador es el acontecimiento central en la historia; y para el pueblo de Dios con más fuerza a partir de la Resurrección y del don del Espíritu que irrumpe con una fuerza transformadora con la revolución del amor como el epicentro de todo en todos.

Feliz año 2017 lleno de esperanza en la presencia del Niño Dios que se vale cada día de nuestro fiat, siguiendo el ejemplo de María, para construir el Reino que acabará siendo una realidad. Esa es nuestra esperanza y a la vez la gran promesa profética en la cual estamos embarcados. Seguiremos siendo imperfectos y pecadores, pero al menos, que se nos note en los hechos que somos seguidores activos del plan de salvación del Padre.
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