La muerte de José María Javierre era una noticia esperada. Cuando esta mañana lo supe, enseguida me vino la imagen de Javierre, al que había visitado antes de despedirme de Sevilla. Y me di cuenta que era la última vez que nos veíamos.
Él no hablaba, pero me miraba una y otra vez, y me tomaba la mano.
José María Javierre fue un hombre que hasta el final de su vida ha sido fiel a la Iglesia. Fueron muchas las profesiones de José María Javierre: periodista, conferenciante, director de un periódico, de una revista, fundador de instituciones de comunicación….
Pero sobre todo era un hombre de Iglesia, y que vivía para la Iglesia.
Incluso en las situaciones difíciles, y
siendo hombre de vanguardia, nunca claudicó de sus principios más profundos, y si tuvo que ejercer la crítica, lo hacía siempre de manera amable. Por eso todos le queríamos mucho: porque
sabía decir las cosas con sinceridad y con claridad, sin ofender a nadie.
En lo personal, debo decir que José María Javierre
me ayudó muchas veces, haciendo de puente e intermediario en algunas situaciones difíciles.
José María Javierre ha muerto, pero es una de esas personas que nunca se apartan del pensamiento y que permanecerán con nosotros siempre.
+ Cardenal Carlos Amigo Vallejo