El discípulo de Cristo. Puntos de oración. 19-1-24
El genuino discípulo de Cristo contagia siempre su propia manera de ser y de manifestarse en todo cuanto dice o hace.
Funcionar como verdadero contemplativo: con toda nuestra potencialidad.
Orar y contemplar es más sublime que trabajar: es lo que comenzamos en la Tierra y continuaremos en la Eternidad.
Si somos amigos de Cristo hemos de sacar tiempo para encontrarnos muy a menudo con Él.
Procurar dedicar espacios a la oración sin hacer ninguna otra cosa: estar con Jesús.
Dios ocupa todos los espacios disponibles de nuestra persona.
Concentrar nuestra atención únicamente en Dios.
Durante varios días tomamos Ideas de Finkler
José María Lorenzo Amelibia
Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/
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