Hace más de un año año, presentaba en Desclee el libro “Celebramos la vida”, que era el resultado de unos ejercicios que había compartido con unas hermanas dominicas.

En mi reciente y corta visita a Argentina, me regalaron un Cd de Axel que tiene una canción que precisamente habla de

, y que con un lenguaje universal convoca a todos a lo mismo a lo que que convocaba en las páginas de mi libro. Él, habla directamente de valores humanos, sencillos, de actitudes y gestos que a todos humanizan y que todos pueden vivir; yo desde el Evangelio que es también una oferta humanizadora para todos, hago la misma propuesta paryiendo del presupuesto de la fe. Ambos llegamos a la misma conclusión: la necesidad de hacer de la vida una “celebración”. Tenemos todo lo que necesitamos para ello... y no podemos vivir "sin celebrar"

Viviendo el Evangelio de Jesús, me doy cuenta que en el fondo la capacidad de celebrar es fruto de la opción por vivir en el amor. Un amor gratuito, desinteresado; un amor de caridad como el que predica San Pablo en la Carta a los Corintios y que tantas veces olvidamos o ahogamos con dogmatismos inútiles y esclavizantes.

Escuchando a Axel y releyendo la carta de San Pablo creo que los cristianos tenemos, por una parte que utilizar un lenguaje más sencillo, decir lo que queremos decir, y decirlo claro. Tal vez por hacer demasiados vuelos”teológicos?” ni paramos ni disparamos, y la gente se queda en ayunas. Celebrar es amar… y punto. Y la propuesta es así de clara, sencilla y comprometida.

A veces siento pena por aquellos “hermanos en la fe¿?” que se dedican a buscar la paja en el ojo ajeno, que van por la vida condenando, absolutizando sus verdades y diciendo que la salvación es para unos pocos, entre los que lógicamente están ellos y de la que exluyen -como si fueran Dios- a los que no piensan exactamente como ellos. -Antes me daban rabia, ahora pena-.

No. Todos estamos invitados al Banquete de la Vida, y todos tenemos derecho a ir. El vestido para entrar a la fiesta podemos confeccionarlo a partir del patrón del Evangelio de las Bienaventuranzas, de la Carta de San Pablo, y ¿por qué no?, on los ingredientes humanos que nos ofrece Axel, que curiosamente dedica su canción a Dios, al creador que le inspira y le permite cantar y contar historias.

No sé si soñaba,
No sé si dormía,
y la voz de un ángel
dijo que te diga
celebra la vida

Piensa libremente,
ayuda a la gente,
y por lo que quieras
lucha y sé paciente.

Lleva poca carga
a nada te aferres
porque en éste mundo,
nada es para siempre.

Búscate una estrella
que sea tu guía,
no hieras a nadie
reparte alegría.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo y todos los días.

Y si alguien te engaña
al decir "Te Quiero",
pon más leña al fuego
y empieza de nuevo.

No dejes que caigan
tus sueños al suelo
que mientras más amas
más cerca está el cielo.

Grita contra el odio
contra la mentira,
que la guerra es muerte,
y la paz es vida.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo