Un festín de 19 platos en la cumbre del hambre

Este es el titular que gráficamente resume lo coherentes que son los poderosos de este mundo. Al saber que tratarían del hambre, preparé una editorial para mi programa de radio que quiero hoy transmitir, y que veo, no iba muy alejado de la realidad. Pero antes me permito transcribir una tira de Quino en la que Mafalda y su amiga Susanita hablan del problema del hambre, en términos similares a los que quedaron manifiestos en la comida opípara de los jefes de estado:




Mi editorial decía así:

El grupo de los 7 países más ricos e industrializados del mundo, más Rusia, que no es ni de los mas industrializados ni de los mas ricos, pero si de los más influyentes y poderosos, sobretodo por el tema armamentos, se reúnen una vez al año en la denominada “Cumbre del G-8” para hablar de la evolución de la economía, de la política y de la sociedad mundial y dar las pautas de funcionamiento en estos ámbitos.

Bien, estos poderosos del planeta, que en sus países no disfrutan de popularidad, credibilidad ni prestigio, anunciaron que hablarían de la crisis alimentaría y del cambio climático... y una no puede menos que ser escéptica.

Los que saben dicen que esta reunión es una oportunidad que tienen para hacer negocios para sus países y para ellos mismos y que todo lo otro es imagen, palabras y marketing .... Que los más pobres les importan muy poco, y que si África muere de hambre, ellos especulan con la materia prima del continente... Además, me resulta difícil creer, que el Sr Busch, por ejemplo, esté preocupado por el hambre del mundo, cuando él se el culpable de un holocausto que se prolonga, en Irak y en tantos otros sitios.


Hace un mes en Roma se celebraba la Reunión cumbre convocada por la FAO, y se daban unas cifras escalofriantes respeto a la crisis alimentaría: Por ejemplo nos decían que 862 millones de pobres en el mundo no tienen para comer cada día; que 25.00 personas mueren cada día por el hambre o por enfermedades relacionadas con ella, y que cada cinco segundos muere un niño porque está desnutrido.

La asamblea de la ONU, en el año 1996, tenía como objetivo reducir a la mitad el numero de pobres hasta el año 2015, pasando de los 800 millones a 400, y la realidad es que hoy no sólo no se ha reducido esta cifra, sino que ha aumentado.

Estamos en un momento de crisis que algunos la perciben porque se ven obligados bajar su nivel de vida, y ya cuesta renunciar a comodidades y lujos adquiridos en la sociedad del bienestar; otras se tendrán que ajustar los cinturones y tendrán que pasar con lo mínimo indispensable. Pero creo que todos tenemos que aprender a compartir lo poco o mucho que tenemos, para evitar que continúe produciéndose el silencioso asesinato en masa de tantos pobres al planeta.

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