La normalidad de la convivencia

He leído algunos comentarios desafortunados, y confieso que me han dado pena. Creo que hay que apostar por el diálogo y por la convivencia, y creo que es injusto estigmatizar a TODOS los musulmanes poniéndoles la etiqueta de islamístas. Por eso hoy quiero transcribir la semblanza que hicimos de Abdellah Hammouch, porque en ella se ve la trayectoria de un hombre de paz, que trabaja a conciencia por hacer e esta tierra, de este País un espacio de fraternidad y humanización.


Hoy vivimos un acontecimiento de justicia, porque la justicia es, además de dar a cada uno lo que le corresponde, según su dignidad de persona, es la cualidad de una calidad una sociedad democrática, madura y responsable.
Hoy celebramos una fiesta de fraternidad, porque un hermano nuestro, Abdellah Hammouch y la comunidad musulmana que lo apoya y a la que pertenece, han hecho que la convivencia forme parte de la normalidad de las relaciones entre los ciudadanos de Manresa, entre los que hay una significativa presencia musulmana.
Esta tarde estamos aquí para rendir un homenaje que nace del corazón agradecido de todos los que nos hemos podido gozaar y beneficiarnos de la amistad, de la sabiduría y del ejemplo de un buen musulmán, de un hombre que nos ha sabido transmitir cómo late la fe en su corazón, y cómo su religión es la fuerza que le empuja a hacer, de este mundo un espacio de fraternidad, convivencia, respeto y amistad.
Estamos aquí, porque queremos decir bien alto, bien claro y bien fuerte, que nos sentimos orgullosos de que Abdellah Hammouch viva en Manresa, de que forme parte del Grupo de diálogo interreligioso, de que trabaje codo a codo con todos los que queremos que este país sea un País abierto y acogedor, plural y respetuoso.
Abdellah, es un hombre de Pau, que lucha por ella en un mundo que a menudo está herido de muerte por los odios, las divisiones, las guerras. Él siempre ha insistido que el Islam, además de sumisión a la voluntad de Allah, tiene la misma raíz que Shalam, -S L M -, el saludo musulmán, que significa paz; y que los musulmanes que lo son de verdad, son trabajadores de la paz.
Abdellah: En el año 2002, tus hermanos musulmanes te confiaron la presidencia de la Asociación Cultural Islámica del Bages: ellos sabían muy bien en quien ponían su confianza. Y des de aquel momentos todas tus energías estuvieron encaminadas a difundir el Islam como una religión de Paz. Y dejándote inspirar por el Profeta, superando los miedos y dificyultades de los que no entendían la urgencia de abrirse a los otros, con espíritu de fe, te implicaste de lleno en esta tarea.
Sabías que era fundamental que los musulmanes tuvieran un espacio para ora con dignidad y normalidad. Y te involucraste con tu Comunidad para tener este espacio: Y sacrificaste incluso tu vida laboral y familiar, para que la Mezquita fuera una realidad.
En la tarea de construcción de la misma, nunca te olvidaste de trabajar por sus fundamento humanos y espirituales, y ésta se convirtió, desde el primer momento en un espacio de oración, de encuentro, de acogida. Prueba de ello es que, ya antes de la inauguración oficial, las puertas de la Mezquita y de l Asociación Cultural islámica del Bages se abrieron para acoger a todo el mundo, y ya nunca se cerraron.
Tenemos grabado como un gran tesoro dentro nuestro el recuerdo de aquella inauguración: fue una Fiesta de Ciudad, un espacio de convivencia, un signo de normalidad.
Y poco a poco te has convertido en un precursor, desde tu sencillez y discreción, en la apertura y en la manifestación de tu fe arraigada en la vida: Tienes un corazón universal y abierto, como lo es el Islam que vives y en el que crees.
Manresa fue la Primera Ciudad dónde se realizaron Jornadas de puertas abiertas en una Mezquita; también fue el primer lugar dónde se realizó de forma normalizada y participativa la inauguración de la Mezquita, y dónde se han realizado encuentros y plegarias interreligiosas. La Mezquita Al Fath fue sede del II parlamento Catalán de las Religiones celebrado en Manresa, y en aquella oportunidad, los catalanes venidos de todo el País pudieron disfrutar de vuestra hospitalidad, de vuestra fe, de vuestra normalidad.
Allá, la Mezquita Al Fath, en vuestra casa, nos habéis hecho sentir en nuestra casa, gracias a vuestra exquisita y cuidada acogida.
Compartiendo vuestras fiestas, con las pastas y el te; la oración de la Salat, y las largas tertulias, hemos aprendido más de vuestra fe y de la mística que os anima, y hemos creado vínculos de Fraternidad que hacen que nos digamos y nos sentamos de verdad hermanos.
Abdellah: Hemos trabajando juntos más de 8 años. Hemos compartido mucha vida, y somos conscientes de que no siempre lo has tenido fácil. Somos testigos de que siempre te ha importante más el bien de los otros y que no has ahorrado esfuerzos por tender puentes de diálogo, por ayudar a quienes se lo pasaban mal, e incluso, en apoyar a tus hermanos, de los otras confesiones, cuando sabías que pasaban momentos de dificultad, incomprensión o contrariedades, en el seno de sus comunidades: En aquellos momentos, como un buen hermano has estado de forma incondicional.
Hemos celebrado juntos cuando habéis podido comprar la Mezquita, y también hemos llorado juntos cuando fueron los atentados de Madrid, en aquellas horas difíciles e injustas en las que los ignorantes miraban con miedo y desconfianza al Islam, y cuando mutuamente abrimos nuestros corazones para renovar nuestro compromiso por la paz, nuestra estimación y la mutua confianza.
Tu nombre, Abdellah, te define: Abdell –servidor- de Allah. Eres un servidor de Allah, el misericordioso, el Compasivo.
Y hoy queremos reconocer, todos los que estamos aquí, la tarea que has realizado en bien de la paz y la convivencia.

Abdellah: aquí tienes a tus amigos. Aquí tienes una Ciudad que te quiere y que quiere continuar construyendo, contigo y con la Comunidad Musulmana de Manresa, este País, con un corazón tan universal y grande, como es la fe que te anima y como es la gran capacidad de amar que tienes y que nos has demostrado”.
Acto de reconocimiento