La sombra del terrorismo y la necesaria calma

La hora actual, no es nada fácil y menos aún a causa de los acontecimientos de los últimos días, en los que a partir de unos hechos concretos, como el secuestro de los tres cooperantes Catalanes reivindicado para el Al.Qaeda; los grupo integristas de Reus que pretendían lapidar una mujer por adulterio; y la paliza propinada por un individuo al director del programa noticias de Telemadrid, Herman Terstch, supuestamente por unas declaraciones que había hecho sobre los terroristas, que han disparado muchas alarmas.

Estos hechos, sumados a la crispación existente en la sociedad por la crisis, parece que vuelven a estigmatizar a los musulmanes y a ponerlos bajo sospecha. Y esto se injusto y peligroso. Una vez más pagan justos por pecadores...

No estamos en tiempos para ser beligerantes en nuestros comentarios, ni para echar leña al fuego con discursos racistas, xenófobos y descalificaciones gratuitas y generalizadas. Me preocupa la prepotencia, por ejemplo, del Sr Anglada de Plataforma per Caalunya, PxC, y que intente, en horas como éstas, sacar rédito político, como también me preocupa que Carlos Fuentes, franciscano catalán, lo invite a su programa de TV, le dé la palabra, y no ponga freno al cúmulo de despropósitos que emite este señor incitante al odio y a la intolerancia. No podemos jugar con fuego, no sea que nos acabemos quemando.

Hoy quiero hacer un llamamiento a la calma y a la confianza, a la prudencia. Entre todos debemos potenciar la paz y la convivencia. No podemos ser ingenuos, pero tampoco podemos ver monstruos dónde no los hay, y menos desenvainar la espada para luchar, quizás contra la sombra que nosotros mismos proyectamos cuando nos dejamos llevar por los acontecimientos sin darnos tiempos para procesarlos y para ver con calma cuál es la realidad y cuáles son las reacciones frívolas y superficiales o primarias.

Deseo que lo más pronto posible se resuelvan los problemas planteados, y que deje de planear tan bajo, de nuevo, la sombra del terrorismo, y sobre todo, el miedo y la desconfianza generalizada hacia los que no tienen nada a ver, pero que injustamente son señalados a causa de su raza, lengua y/o religión.
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