Una vez más, y la historia se repite

Una vez más ETA mata irracionalmente y la impotencia y la rabia se apodera de todos que nos preguntamos ¿hasta cuándo? Esta vez ocurrió en Francia.
Una vez más una inmigrante se quema a lo bonzo para llamar la atención de las autoridades, y un escalofrío se apodera de todos los que la ven o conocemos la noticia. Esta vez ocurrió en Roma.
Una vez más mueren en accidente de carretera,-parece ser que por exceso de velocidad- tres personas y otras trece quedan heridas. Aún se estudian las causas y se espera la recuperación de los heridos. Esta vez ocurrió en Lérida.
Una vez más…. las historias se repiten cada día inexorablemente y los humanos continuamos tropezando con la misma piedra, sin que nada cambie… sin que nada aparentemente nos cambie la vida.
En EEUU cualquiera tuvo, tiene y tendrá un arma de fuego con todas las facilidades del mundo… Y aunque sigan las masacres “el negocio es el negocio” y eso es intocable.
ETA continua matando, y aun no todos los partidos políticos son unánimes para condenar los atentados; aun hay quienes buscan réditos políticos con el precio de la vida de los asesinados.
En España, otro puente con muertes en las carreteras, sin que los controles y penalizaciones cumplan su objetivo y nos ayuden a ser más responsables.
En Europa miles de inmigrantes siguen viviendo en condiciones infrahumanas, y aunque los vean ardiendo en llamas, los políticos no reaccionan, antes, miran para otro lado, y la historia se sigue repitiendo. Lo importante son las estadísticas, perpetuarse en el poder o hacerse con él, mientras los ciudadanos, cada vez,¡cuentan menos!
Y mientras tú y yo, no nos decidamos hacer “algo”, para que todo esto cambie, creo que no habrá esperanzas. El cambio pasa por el cambio de cada uno, por la suma de las voluntades, y así, poco a poco, la esperanza no podrá fallar.
Tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacer “algo” ¿qué? Pensémoslo y no dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy, y seguro, que algo comenzará a anunciar una transformación.
Por el momento te sugiero que bajemos los decibelios de crispación, que pensemos si tenemos alguien a quien perdonar o a quien pedir perdón; que tengamos un gesto solidario con alguien que lo necesite…. Suma y sigue, y seguro que una vez más tendrás una oportunidad para hacer el bien y hacer que las cosas cambien.
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