Riesgo de un Estado totalitario con la ideología de género: Cardenal Robles Ortega
Vladimir Alcántara / SIAME. 13 de sept.- En una entrevista para un diario de circulación nacional, el Card. Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, dijo que un auténtico Estado laico tiene que ser aconfesional; es decir, no imponer ninguna confesión religiosa, pero al mismo tiempo garantizar a todos sus ciudadanos el derecho a expresar y difundir sus creencias. En este sentido, aseguró que la versión mexicana del laicismo violenta los derechos religiosos de las personas.
El también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano externó que nuestro país, en materia de educación, tampoco está resultando un auténtico Estado laico, en tanto que se quiere imponer una línea ideológica en el contenido educativo (a nivel básico), y quitar a los padres de familia el derecho de educar a sus hijos de acuerdo con su credo; mientras que el Estado sí podrá imponerles dentro de las aulas la llamada ideología de género, lo que representa un solo esquema de educación, una sola visión, por lo cual se está en riesgo de vivir bajo un Estado totalitario.
En cuanto a la marcha que se llevó a cabo el sábado 10 de septiembre en 127 ciudades del país, el Card. Robes Ortega destacó que se trató de una manifestación respetuosa, en la que no se agredió a grupos minoritarios, pues esa no es la posición ni de los obispos ni de la feligresía. Agregó que la participación de algunos ministros eclesiásticos fue a título personal, y que no hay cambio de discurso por parte de la Iglesia en el tema: se denuncia la “ideología de género” impuesta como el nuevo orden colonialista de las naciones poderosos”.
El Card. Robles Ortega consideró que las grandes potencias están imponiendo estos esquemas a países en vías de desarrollo, a cambio de entregarles recursos y apoyos para salir de sus crisis económicas.
Aseguró además que la Iglesia ha manifestado su oposición a que se vea el tema de la educación sexual como una mera expresión técnica sin componente y fuera del contexto humanístico que requiere la formación de las personas. “La educación sexual ‘verdadera’ implica la orientación y la ponderación de valores, no solamente explicar cómo ocurren las cosas y el modo de prevenir efectos no deseados”.