Sueños o realidades

¿Quién no se ha permitido el lujo de soñar alguna vez?
Recuerdo que de pequeños todos soñábamos con ser príncipes o princesas, con el paso del tiempo, igual que nosotros, los sueños fueron madurando para convertirse en otro tipo de sueños, pero en el fondo seguían siendo sueños…
Soñar con un mundo mejor, más igualitario, donde los pobres sean menos pobres y los ricos menos ricos, el problema es que somos seres humanos y el pecado del hombre es la codicia por naturaleza…
Lo que sí está a nuestro alcance es la opción de no solo quedarnos en el sueño. Cuando de verdad ansiamos algo y lo queremos con todas nuestras fuerzas, ponemos “toda la carne en el asador”, como se suele decir, apostando contra viento y marea. Estoy convencida de que todos lo hemos hecho en algún momento de la vida y pienso que si de la misma manera, apostáramos por cambiar este mundo, podríamos conseguirlo, pero nuestro egocentrismo nos lleva a pensar que como no me afecta a mí personalmente, en mis carnes y a mi familia, nos conformamos con decir: ¡pobres! Y ahí termina todo…
Ahora más que nunca es importante mantener vivos nuestros sueños e ilusiones y luchar por ellos. El momento que estamos viviendo nos hacen ser más apáticos, más grises, pero recordemos que el sol sigue saliendo igual que antes, sin embargo, no somos capaces de verlo con el mismo brillo ¿Cuáles son los nubarrones que no nos lo permiten? Cada uno sabe los suyos…
No dejemos de luchar por lo que creemos haciendo responsable al destino. El sueño dejara de serlo para formar parte de la realidad cuando sepamos poner encima todo el coraje y la fuerza necesaria, cuando dejemos de considerarnos tan auto-suficientes y nos dejemos “sacudir” en nuestro interior sin ningún tipo de excusas.
En nuestras manos está hacer posible un mundo diferente, tu también formas parte de este proyecto, ¡intentémoslo!
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