Benedicto XVI visitó L'Osservatore Romano Un Papa en la redacción

(L'Osservatore Romano).- No sucede todos los días tener a un Papa en la redacción. Tampoco si la cabecera es "L'Osservatore Romano". Pensar en ello, antes de que ocurra, se convierte en un puro juego de fantasía, lleno de deseos posibles. Pero hoy ha sucedido verdaderamente para la redacción, los gráficos y todo el personal del periódico de la Santa Sede y la fantasía se ha hecho realidad.

Ninguna pomposidad; todo muy sencillo y lineal, como las noticias verdaderas, importantes, los flash de agencia que cuentan y entonces se vuelven explosivos, alborotan las redacciones y sacuden toda la cadena informativa del entumecimiento de jornadas cualesquiera.

Benedicto XVI, en visita al periódico para testimoniar su cercanía con ocasión de los 150 años del periódico, ha entrado perfectamente en el ambiente ahuyentando los temores de la mañana cuando el cielo, poco antes de su llegada, había acumulado sobre Roma nubes tempestuosas que provocaron un auténtico diluvio.
Un cielo casi burlón para nosotros que, arrimados en locales no espaciosos, esperábamos al menos acoger al Papa, a la entrada, con un sol amigo que hace todo más fácil.

Pero he aquí el milagro. El Papa sabe moverse con naturalidad en la sencillez y en la sobriedad de las cosas. Un maestro de lo esencial, empezando por el discurso ya escrito, un ejemplo de brevedad e integridad envidiable para las mejores plumas del periodismo. Pero también al improvisar la palabra que enciende la mente, va más allá de la circunstancia ocasional, para abrir de par en par el horizonte, abrazar el mundo, tocar el corazón. Un lenguaje actual y apropiado para la comunicación globalizada.

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