Bach, cantata BWV 105

Nuestro recorrido por las cantatas bachianas ya ha superado la centena pero todavía nos quedan más de las que hemos escuchado. Afortunadamente, aunque las hayamos escuchados todas, recurriremos a ellas una y otra vez para profundizar y para volver a disfrutar de esas joyas atemporales e intensas que tanto miran hacia nuestro interior.

El coro inicial está dividido en dos partes, en forma de motete. Tras un adagio a modo introductorio viene un pasaje fugado en permutación, todo un prodigio de contrapunto. Es posible que en un principio Bach dividiese los cantates en ripienistas y concertistas. Un recitativo secco da lugar a una de las arias más impresionantes de Bach. El continuo (es decir, la base) está en silencio, y el aria gira en torno a la inestable vida del pecador, representada por dos violines. Un siguiente recitativo "accompagnato" da lugar a otra aria que contrasta de forma radical con la anterior. Las cuerdas están acompañadas por la trompa y los violines ejecutan bellas figuraciones. El coro final trae un bello coral cantado en textura homofónica y con las cuerdas acompañando en trémolo y con un bello juego de tresillos en compás de 12/8.
Las partes de esta cantata son:
1. Coro: Herr, gehe nicht ins Gericht
2. Recitativo: Mein Gott, verwirf ich nicht
3. Aria: Wie zittern und wanken der Sünder Gedanken
4. Recitativo: Wohl aber dem, der seinen Bürgen weiss
5. Aria: Kann ich nur Jesum mir zum Freunde machen
6. Coral: Nun, ich weiss, du wirst mir stillen
La instrumentación de la misma es: soprano, alto, tenor, bajo, coro, corno, dos oboes, dos violines, viola y bajo continuo.
La partitura de la obra puedes descargarla aquí y el texto en español puedes seguirlo aquí.
La interpretación que te propongo escuchar es la de Barbara Schlick (soprano), Gerard Lesne (alto), Howard Crook (tenor), Peter Kooy (bajo) junto con el Collegium Vocale de Gante dirigidos por Philippe Herreweghe.